Llegando al final del barrio La Tosquera se puede distinguir el elevado cauce de las aguas que avanzaron inundando a más de 20 casas de la zona, implicando a unas 60 personas que fueron afectadas directa o indirectamente.
Los vecinos, por su parte, temen por la constante aparición de animales y piden mayor asistencia, pues aseguran que viven en condiciones insalubres.
En este marco El Litoral se acercó hasta el barrio y pudo constatar la compleja situación que pone en vilo el bienestar y hasta la salud de quienes padecen el avance de las aguas, que han dejado en la calle a unas 60 personas. Además, según narraron los vecinos del lugar, muchas familias debieron abandonar sus viviendas, pero por temor a sufrir robos se vieron obligadas a instalarse en carpas situadas a sólo centímetros del agua.
“Es la quinta inundación que sufrimos, la última no fue tan terrible pero esta nos sacó las pocas cosas que teníamos”, explicó María del Carmen Alegre, una vecina cuyo hogar se encuentra con unos 20 centímetros de agua.
La mujer vive con su hermano que sufre de esquizofrenia, por lo que debe cuidar de él a tiempo completo; también su esposo vive con ellos y es quien sale a trabajar todos los días. “Nosotros teníamos una pequeña despensa, trabajamos de eso, pero ahora no podemos vender nada y me llena de incertidumbre ver mis años de esfuerzo y labor bajo el agua. Por suerte mi marido tiene trabajo, sino sería muy difícil sobrevivir”, explicó con desazón.
Además agregó que día por medio reciben mercadería y agua potable, pero aclaró: “Necesitamos frazadas porque acá a la noche refresca, tenemos todas nuestras cosas mojadas. Quizás para otra persona sea más fácil salir a trabajar y conseguir lo que requieren, pero yo tengo que cuidar a mi hermano enfermo, mi esposo trabaja todo el día y ya no sabemos qué hacer”, continuó relatando María del Carmen, que en definitiva resume el padecimiento de otras tantas familias de la zona.