Frente a los últimos acontecimientos, de colapso total del sistema energético y de drenaje fluvial en la ciudad de Corrientes solo podemos sacar una conclusión: qué lejos estamos de ser la gran Capital del Nordeste. Y eso no tiene que ver con el estado en que estén las demás Capitales del NEA, Resistencia, Paraná, Posadas y Formosa, todo lo contrario, tiene que ver con proyectar y proyectarnos, donde estamos nosotros, los correntinos y donde queremos estar.
Las lluvias dejaron notar, una vez más, las falencias de todo el sistema de desagües de la ciudad, pero esto excede a los trabajos que se hayan realizado durante la actual gestión y antes. Hubo inundación de calles, veredas, rompimiento de tubos, alcantarillas, colapso de cloacas, anegación de avenidas principales y la rotonda de acceso, entre otros.
Además cayó el sistema energético de la ciudad, lo cuál tampoco es la primera vez y que viene sucediendo en toda la Provincia. Miles de viviendas sin electricidad, calles y avenidas sin luz, interrupción de semáforos, comercios que debieron cerrar por temor a la inseguridad y un sinfín de otros problemas.
Estos dos factores, desagües y energía, son claves para probar la autonomía de una ciudad frente a una emergencia climática, y más aún de una Capital. Lo cual significa que no estamos preparados, sino todo lo contrario estamos expuestos.
Y esta falla, no tiene que ver con un gobernante de turno, o en todo caso, todos los políticos a cargo tienen la culpa. Y también nosotros como ciudadanos, al no tener cuidado de no generar tanta basura.
Por lo tanto, no debemos caer en el facilismo de echarle la culpa a uno u otro, y menos en plena campaña electoral. Ahí es cuando más lejos estamos de ser la gran metrópolis. Debemos ayudar entre todos, replantearnos muchas cosas en cuanto a lo edilicio, a la re-organización urbana para enfrentar a los obvios problemas de una ciudad cuatricentenaria.
Pero principalmente deben trabajar en conjunto y en simultáneo entre todas las fuerzas políticas, en todos los barrios. Colaborar como lo hacen los vecinos cuando espontáneamente organizan campañas solidarias que se viralizan por las redes. En definitiva, buscar el bien común. ¿Acaso no es ese el propósito de la política? En fin… qué lejos estamos.