La Ley de Identidad de Género garantiza la gratuidad de las intervenciones quirúrgicas para cambios de sexo, pero en Corrientes solo una obra social la reconoce. Integrantes de colectivos de género se reunieron ayer con el defensor del Pueblo para pedir asistencia por el tema.
La Ley nacional de Identidad de Género (Nº 26.743) habilita a que las personas puedan inscribirse en el Registro Civil con el nombre y el género de acuerdo a su autopercibimiento. La normativa permitió visibilizar al colectivo trans en todo el país y, de hecho, en Corrientes hay unas 270 personas en esta condición, según estadísticas extraoficiales.
En contacto con Radio Mitre, Dylan reflejó el reclamo de este sector de la sociedad que exige el cumplimiento de la ley. El aspecto sanitario es uno de los puntos claves, ya que en su artículo 11 se refiere al derecho de la comunidad a “acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo (...) sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa”.
Esto es cubierto de manera parcial por las obras sociales, alrededor de un 50 por ciento. Las operaciones o los tratamientos deben ser garantizados tanto en hospitales públicos como privados. Sin embargo, en la provincia la reglamentación de este artículo sigue en deuda.
Hasta el momento solo tienen acceso a las hormonizaciones en el Hospital Vidal garantizadas por el Ministerio de Saludo Pública. "Más de 25 hombres y 15 mujeres ya accedieron al tratamiento", agregó Dylan.
Las intervenciones quirúrgicas de reasignación de sexo solo se hacen en clinicas privadas. Por ello, el colectivo de género llevará en los próximos días sus raclamos al Ioscor.
La ley fue impulsada en 2007 por diferentes organizaciones de la diversidad sexual y de género de la Argentina y aprobada por el Congreso Nacional en el 2012. Indica que se entiende por identidad de género a la vivencia interna e individual tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer.
Esto puede involucrar o no la modificación externa del cuerpo o sus funciones a través de métodos farmacológicos o quirúrgicos; incluyendo además otros elementos tales como la vestimenta, modos de hablar o los modales.