Trabajadores de la Dirección Nacional de Vías Navegables (Distrito Corrientes) se hicieron sentir hoy con una protesta frente al organismo ubicado por calle Costanera y Córdoba. Es que, exactamente una semana después de un acto encabezado por el presidente Mauricio Macri en ese mismo lugar, los gremios que los agrupan (ATE, SipeDyB y UPCN) fueron informados del cierre de la repartición. Esto implica obviamente, el despido de todo el personal. Ahora resisten el desalojo y vaciamiento de la delegación y reclaman por sus puestos de trabajo.
En total serían unos 160 trabajadores que quedarían en la calle, y aún se desconoce qué pasará con el predio, que la delegación comparten además con una escuela secundaria. Tampoco se sabe quién administrará a partir de ahora lo referido a la navegación de ríos y los trabajos de mantenimiento como dragado y balizamiento y otros.
Lo más grave aún es que al desaparecer la Dirección Nacional de Vías Navegables, corre peligro el tan prometedor proyecto de la hidrovía Paraná-Paraguay. Este gigantesco corredor náutico es considerado uno de los más importantes del Mercosur, y es clave para el transporte y el desarrollo del NEA-Litoral.
Los trabajadores se encuentran en estado de Alerta y Asamblea Permanente desde la semana pasada. Tomaron esa decisión luego de que el propio Director Nacional del organismo Martín Canevaro les anunciara en una asamblea que “la repartición ya no estaba en condiciones de funcionar” y que el Estado “ya no cuenta con recursos para la reparar embarcaciones". Algo similar ocurrió en Buenos Aires, en la isla Demarchi, donde también funciona una repartición de puertos. Allí, el Gobierno del PRO anunció que desmantelarían del predio para convertirlo en un proyecto inmobiliario privado.