"Su relato estaba plagado de incongruencias y demostramos con los videos que nadie entró al blindado para amenazarlo" aseguraron desde la policía..
La justicia ordenó la detención de Diego Ramón Almirón (37) a partir de que los investigadores comprobaran que nadie entró al blindado, que el jueves fue blanco de un asalto en el que se llevaron 15 millones de pesos, y fue el propio imputado quien arrancó el vehículo cuando sus compañeros bajaron a realizar una entrega de dinero en un banco.
Además, la policía buscaba este viernes a por lo menos dos presuntos cómplices con los que se cree que el chofer planeó el robo y que tendrían en su poder el dinero sustraído.
"Su relato estaba plagado de incongruencias y demostramos con los videos que nadie entró al blindado para amenazarlo, sino que él solo arrancó el camión aprovechando que sus compañeros habían bajado", dijo a Télam uno de los jefes policiales que trabaja en la pesquisa.
Efectivos de la Coordinación Departamental de Investigaciones (CDI) de San Isidro allanaron anoche el domicilio de Almirón, en la localidad bonaerense de Hurlingham, pero el procedimiento no dio resultados en cuanto al hallazgo de pruebas.
La fiscal que dirige la investigación, Laura Capra, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Descentralizada de Boulogne, le imputa a Almirón un "robo agravado por ser de mercadería en tránsito", delito contemplado en el artículo 167 del Código Penal, en función del 163 inciso 5to., que prevé una pena de tres a diez años de prisión.
El imputado fue trasladado esta mañana a la fiscalía ubicada en la avenida Rolón 1030 de Boulogne, para ser indagado en horas de la tarde, tras pasar la noche detenido en los calabozos de la CDI de San Isidro, donde su esposa y sus padres fueron a llevarle ropa y dijeron a la prensa que confían en su inocencia.
Si bien estaba previsto que la indagatoria de Almirón se realizara en las primeras horas de esta tarde, un imprevisto corte de luz, derivado de la mala maniobra de un camión volquetero que cortó un cable de electricidad, dejó a oscuras a la fiscalía, por lo que Capra aguardaba la reparación para poder llevar a cabo la diligencia.
La fiscal y los detectives de la CDI comenzaron a sospechar del ahora detenido cuando notaron varias contradicciones entre el relato que informalmente le dio a la policía y el de sus tres compañeros que habían bajado del camión de caudales.
El relato informal que ayer dio Almirón en un primer contacto con los investigadores fue que alrededor de las 8.45 él estacionó el camión de caudales -interno 023, patente TQM 680 de la empresa Loomis-, frente al Banco Piano de calle Antonio Sáenz 2170.
Sus tres compañeros bajaron de la unidad: dos portavalores, que ingresaron al banco con sacas para entregar seis millones de pesos y un escopetero, que se quedó parado de la vereda de enfrente al blindado, en la puerta del banco.
Almirón dijo que cuando estaba solo en el camión aparecieron dos delincuentes armados que por lo que él cree entraron al camión con una copia de la llave de la puerta, lo amenazaron y le indicaron que arrancara.
Las fuentes explicaron que ese relato no es consistente porque los investigadores determinaron que, por una cuestión de reglamentación de seguridad bancaria, no hay forma de hacer una copia de la llave de la unidad porque son codificadas y, además, la única posibilidad de que alguien ingrese desde el exterior al camión es por una acción del chofer.
Por otra parte, los pesquisas hicieron un relevamiento de las cámaras de seguridad del banco, de las del sistema de monitoreo municipal y de otras instaladas en la zona y en ninguno de los videos se pudo detectar el movimientos o la presencia de los dos supuestos delincuentes que abordaron la unidad.
"La cámara de la puerta del banco y la de un cajero automático enfocan de frente al blindado. Las imágenes son muy claras, nadie se subió a ese camión", dijo a Télam una fuente judicial.
Los mismos compañeros de Almirón declararon que cuando ya estaban volviendo del servicio y salían del banco para regresar al blindado, no notaron la presencia de ningún delincuente, vieron que el chofer arrancó el camión y, desconcertados, le gritaron a dónde iba.
Con todos estos elementos, la fiscal Capra ordenó la aprehensión de Almirón ante la sospecha de que participó del robo y condujo el blindado hasta el cruce de las calles Bulnes y Malabia, ubicado a unos 600 metros del banco.
La hipótesis principal es que, tras detener el camión, Almirón se encontró con cómplices que barretearon el tesoro, se llevaron 13 sacas con 15.800.000 pesos y lo dejaron a él amordazado y maniatado con precintos en un asiento del vehículo para simular que había sido víctima de un asalto.
A través del GPS del blindado, se pudo determinar que antes de ir a la esquina mencionada, el camión dio un par de vueltas por un circuito donde no hay cámaras municipales, por lo que, por ahora, los investigadores no tienen ninguna imagen de los cómplices que llegaron para llevarse el botín.
Sabiendo por el rastreo satelital cuál fue el recorrido exacto de la unidad, los detectives de la CDI realizaban esta tarde un nuevo relevamiento de cámaras de comercios y domicilios privados para ver si encuentran algún video en el que haya quedado grabado algún movimiento de los cómplices.
(Fuente: Télam)