En el llamado “Viernes de ira” contra Israel, palestinos incendiaron la tumba del patriarca.
En el llamado “Viernes de ira” contra Israel, palestinos incendiaron la tumba del patriarca José, un lugar venerado y considerado santo por los judíos en Naplusa, en el norte de Cisjordania ocupada.
En una escalada de violencia sin freno y en el llamado “Viernes de ira” contra Israel, palestinos incendiaron hoy la tumba del patriarca José, un lugar venerado y considerado santo por los judíos en Naplusa, en el norte de Cisjordania ocupada.
Decenas de palestinos lanzaron cócteles molotov contra la tumba de José, lugar de peregrinación para los judíos. Para éstos, ahí reposa José, uno de los doce hijos de Jacob, vendido por sus hermanos y llevado a Egipto, desde donde su cuerpo fue traído de vuelta, según la tradición bíblica.
Este lugar, donde los palestinos afirman que se encuentra la tumba, ha sido ya escenario de enfrentamientos en el pasado, sobre todo durante la segunda Intifada (2000-2005).
El incendio de la tumba puede avivar aún más el antagonismo entre ambas partes. Por su parte, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, intentó rebajar tensiones y calificó poco depsués de "acto irresponsable" y "gesto deplorable" este incendio.
En esta jornada, convocada en Cisjordania y en la Franja de Gaza, se prevén manifestaciones de los palestinos ante las fuerzas israelíes, el viernes por la tarde, tras la gran oración semanal de los musulmanes.
Tras dos semanas de violencia, que hace temer una nueva Intifada, las fuerzas israelíes se preparan para hacer frente a nuevos disturbios. La policía, masivamente presente, ha prohibido a los hombres de menos de 40 años el acceso a la muy sensible explanada de las Mezquitas, en Jerusalén. Unos 300 soldados se sumaron a las fuerzas policiales. El objetivo del llamado al Ejército es reducir la violencia pero también tranquilizar a la población, muy nerviosa tras la oleada de ataques.
Desde el asesinato el 1 de octubre de una pareja de colonos israelíes, Cisjordania y Jerusalén Este, parte palestina de Jerusalén ocupada y anexionada por Israel, son escenario de disturbios entre lanzadores de piedras palestinos y soldados israelíes, de agresiones entre palestinos y colonos, y de ataques con arma blanca contra israelíes. Como saldo han dejado 32 muertos, muchos de ellos autores de atentados, entre los palestinos, y siete muertos y decenas de heridos del lado israelí. (Clarín)