Tras el ataque en un colegio de Oregon, el país vivió otro hecho de violencia.
Horas después de la masacre de Oregon donde murieron trece personas y otras veinte resultaron heridas, se registró otro hecho de violencia en Estados Unidos.
Al menos tres personas fallecieron en un tiroteo en Inglis, Florida, y el sospechoso se suicidó. Hubo un herido que fue trasladado al hospital local.
La policía del condado rodeó la zona y confirmó las muertes, aunque se desconocen las causas. Según testigos de la zona, todo había comenzado como un problema doméstico.