Como agrupación política del PJ, consideramos imperioso expresarnos respecto de la designación del nuevo Juez del Superior Tribunal de Justicia del Chaco
La dicotomía: un poder judicial sometido al poder de su majestad el pueblo o un poder judicial sometido al Poder.
Desde el Movimiento Nacional Justicialista no dudamos que la aspiración es concretar una justicia nacional y popular, en el sentido propiciado por la Constitución Nacional, esto es un cuerpo con prescindencia política de los otros poderes, pero con una clara vocación de definir una estructura judicial que sea útil a la sociedad, especialmente, destinada a los más vulnerables, a los sectores que nunca son consultados, pero que padecen siempre las consecuencias de sus acciones y a pesar de ello siguen confiando en sus decisiones.
Cuando reclamos independencia lo hacemos desde todos los poderes, no sólo del Ejecutivo y Legislativo, sino también de los que accionan y presionan dentro de la sociedad. Es por ello que la independencia política es la última que debe reclamarse. Independencia del poder económico, independencia del poder de los medios de comunicación, independencia de una matriz altamente conservadora, independencia de pensamientos colonizadores.
Unidad y Lealtad, siempre respetuosa de las definiciones democráticas del pueblo, acepta con dignidad y orgullo los resultados electorales y las decisiones políticas de las mayorías, pero no duda en recordar a quiénes son nuestros representantes, que el mejor juez no es el mejor amigo ni siquiera un conocido, ni el más erudito, sino el que mejor representará en su función, los intereses de todos los ciudadanos. No se trata de sumar apoyos altamente interesados como los exhibidos con absoluta "impudicia" de manera pública, que permiten ver la dependencia real a la que algunos candidatos deberán someterse y con ello sus decisiones. No hay que mirar muy lejos ni ser unos precisos observadores para advertir lo que ha ocurrido en nuestro país cuando se designan a jueces que representan cualquier interés, pero nunca el del pueblo.
Es un momento histórico que demanda grandeza. Nuestro único compromiso con el proyecto nacional y popular, y es allí donde debe encontrarse al mejor representante.
Queremos una justicia al servicio del pueblo y no el pueblo al servicio de la justicia. Queremos jueces que sirvan a la justicia y no que se sirvan de la justicia. La sociedad y la historia lo reclama.