"Hay que ver exactamente qué es lo que sucedió para opinar con más claridad", dijo el jefe de Gabinete.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, lamentó este martes la muerte de Ángel Verón, el dirigente social que murió casi un mes después de una represión policial, y dijo que, según le informaron, el fallecimiento se debió al "estado avanzado de una septicemia", cuadro con el que llegó al hospital local.
Fernández pareció salir al cruce de denuncias de algunos dirigentes que aseguran que Ángel Verón "murió tras ser duramente golpeado" por la policía.
"No lo digo yo, lo dijo la propia víctima ante los trabajadores del hospital, que la herida de su abdomen no había tenido nada que ver con la discusión con los hombres de la policía chaqueña y que había llegado al hospital con esa septicemia que es la que lamentablemente le provoca la muerte", explicó el candidato a gobernador bonaerense.
Sin embargo, Fernández sostuvo "hay que ver exactamente qué es lo que sucedió para opinar con más claridad sobre este tema".
En su habitual contacto matutino con la prensa en Casa de Gobierno y ante una consulta sobre el desenlace de Verón, el ministro coordinador respondió: "Yo he hablado con Capitanich sobre ese tema. Este es un señor que tenía una militancia y que ha cortado la ruta 11 50 veces y nunca había tenido contratiempos con la policía".
"El gobernador Capitanich no estaba en el momento que sucedía esta situación", aclaró luego.
Fernández comentó que "este hombre tenía una herida en el abdomen" y que la "misma persona declara que esa herida no tenía nada que ver con la discusión que había tenido con la policía y tenía una septicemia generalizada".