Ocuparse de la dieta de los más pequeños es fundamental para que crezcan sanos. Sobre todo, restringir los alimentos que dañan sus dientes y su salud en general.



Como padres, siempre nos surge la duda acerca de qué alimentos hay que evitar para cuidar los dientes de nuestros hijos. Esta cuestión es muy importante, ya que la dieta juega un rol fundamental en la salud de los pequeños.

Muchas comidas pueden actuar de manera negativa en la cavidad bucal y por eso, en este artículo te contamos qué productos debes limitar para atender la salud oral de los más chicos. ¡No te lo pierdas!

1. Dulces y golosinas

Con seguridad ya sabes que los dulces o golosinas son alimentos que se deben evitar, por el bien de la salud de los dientes de tus hijos. Estos productos tienen un gran contenido de azúcar, que le sirve a las bacterias de la boca para crecer y desarrollarse.

El azúcar de los dulces permanece mucho tiempo en la cavidad bucal ya que se adhiere a las superficies dentarias. Los microorganismos de la boca sobrecrecen a su alrededor y forman grandes acúmulos de placa bacteriana.

Además, la fermentación de los azúcares favorece a la producción de ácidos que desmineralizan los tejidos duros del diente. La pérdida de estos minerales es lo que da origen a las caries.

Todos los dulces y las golosinas son cariogénicos, pero algunos son más peligrosos que otros. Los caramelos masticables o pegajosos, por ejemplo, son los que más se adhieren a las superficies de las muelas y permanecen allí durante grandes períodos de tiempo.

Los caramelos duros y las paletas también son bastante nocivos. Al chuparlos, se genera un momento de azúcar muy extenso en la cavidad bucal, que le da tiempo a las bacterias a producir enormes cantidades de ácido.

Además, si son muy duros, al morderlos se puede lesionar el esmalte de los dientes o sobreexigir la articulación de la mandíbula. Y al masticarlos, los restos de la golosina quedan atrapados en las superficies y en los espacios entre los molares.

Es cierto que los niños disfrutan mucho comer este tipo de chucherías, pero no son un producto beneficioso para su salud. De hecho, la ingesta de grandes cantidades de azúcar no solo afectan el estado de la boca, sino que también repercute en la salud general de los pequeños.

Lo ideal es evitar la cantidad de golosinas o al menos limitar su consumo a las ocasiones especiales. Si los niños comen algún caramelo en una fiesta o un cumpleaños, es conveniente que luego se realice un buen cepillado dental para evitar los posibles daños.

2. Bebidas ácidas

Los refrescos, tanto los tradicionales como los dietéticos, los jugos y las bebidas deportivas, se caracterizan por su acidez y su alto contenido de azúcar. Por esta razón, también son alimentos que debes evitar para cuidar los dientes de tus hijos.

La elevada acidez de estas bebidas carbonatadas ocasiona daños en el esmalte dental, de la misma manera que las bacterias: por medio de la desmineralización de los tejidos duros de los dientes. Además, el alto contenido de azúcar potencia esta situación.

Las bebidas deportivas muchas veces se consideran líquidos saludables e ideales para los niños que se ejercitan. Pero lo cierto es que son también muy ácidas y pueden producir daños en la dentadura.

La bebida ideal para los niños es el agua. De todos modos, si se prefieren los líquidos saborizados, siempre es buena idea optar por alimentos naturales sin azúcares añadidos. Por ejemplo, mezclar agua con algún jugo de fruta o verdura puede ser una alternativa refrescante y menos perjudicial.

3. Bollería y galletas

La bollería y las galletas industriales contienen carbohidratos refinados que favorecen el metabolismo bacteriano. Su textura blanda facilita que sus restos permanezcan adheridos a las superficies dentarias y su alto contenido de azúcar favorece la aparición de caries.

Muchas veces, las galletas son el tentempié fácil cuando no hay otra comida disponible. Pero se debe evitar su consumo excesivo y planificar mejor las viandas o los bocadillos.

Al terminar de comer, lo ideal es realizar un correcto cepillado de dientes y usar el hilo dental para evitar que queden restos atrapados en la boca.

4. Azúcar

Ya mencionamos que el azúcar favorece el desarrollo de las bacterias de la boca y su consumo excesivo supone un riesgo para la salud bucal.

Muchos productos alimenticios industrializados contienen azúcar incorporada y su consumo es más difícil de evitar. Pero en el caso de las comidas caseras, es fundamental reducir el agregado de endulzantes.

Muchas veces, a la hora de preparar comidas o bebidas para los niños, los padres tienden a colocarles azúcar para que el alimento tenga más aceptación. Lo ideal es no caer en esta costumbre y evitar poner cucharadas de endulzante a todo lo que los pequeños ingieren.

También es importante no mojar los chupetes y mamaderas de los niños en miel o azúcar, pues son hábitos nocivos que favorecen el desarrollo de las caries desde edades tempranas.

5. Alimentos duros

Ya mencionamos el daño que puede generar la ingesta de caramelos duros, pero existen otros productos que debido a su firmeza, pueden dañar los dientes.

El hielo es un ejemplo de ellos, ya que al morderlo provoca un debilitamiento o ruptura del esmalte dental. Tener la costumbre de masticar cubitos congelados puede terminar agrietando los dientes.

Los frutos secos muy duros, como nueces y almendras, también pueden dañar las piezas dentarias o los aparatos de ortodoncia.

Una dieta sana

Llevar una dieta variada, equilibrada y nutritiva es muy importante para el correcto crecimiento y desarrollo de los infantes. Además, una alimentación saludable ayuda a prevenir varias de las enfermedades orales más frecuentes, como las caries y la gingivitis.

Lo ideal es acostumbrar a los niños a consumir una dieta saludable que incluya lácteos, frutas y verduras. Así mismo, evitar los alimentos que mencionamos para cuidar mejor los dientes de tus hijos.