El Estado volverá a gestionar las líneas Sarmiento, Mitre y Roca luego de 30 años de manejo privado que dejó un balance negativo en varios frentes como el de infraestructura, velocidad y ramales perdidos. Esto no implica una estatización con ruptura de contratos. Lo que se decidió es no renovarle los acuerdos de operación a las firmas privadas.
El Gobierno decidió no renovar la concesión de los transportes ferroviarios de carga. El Estado volverá a gestionar las líneas Sarmiento, Mitre y Roca luego de 30 años de manejo privado que dejó un balance negativo en varios frentes como el de infraestructura, velocidad y ramales perdidos. Las empresas que dejarán de estar a cargo de la gestión de estas líneas son Ferroexpreso Pampeano, Nuevo Central Argentino y Ferrosur Roca. El sector público avanza en un plan de fuerte inversión para recuperar el rol del ferrocarril en el mercado interno.
La firma estatal Trenes Argentinas Cargas (TAC) encabezará a partir de 2022 la transición de las operaciones y Trenes Argentinos Infraestructura tendrá a cargo la administración de las grandes obras de envergadura ferroviaria y la gestión de los bienes. El principal argumento del sector público para no renovar las concesiones a los privados tiene que ver con el deterioro del servicio en las últimas décadas que limitó el dinamismo del sector.
La comisión especial de renegociaciones de contratos del Ministerio de Trasporte llevó adelante un análisis minucioso sobre la evolución de las concesiones y recomendó rechazar la prórroga de contratos a las empresas que actualmente gestionaban las líneas de carga. El regreso a manos del Estado de las líneas Sarmiento, Mitre y Roca no implica una estatización con ruptura de contratos. Lo que se decidió es no renovarle los acuerdos de operación a las firmas privadas.
Los resultados del informe de Transporte indican que la inversión de los operadores actuales para mantener y mejorar el estado de las vías fue escasa. La falta de inversiones sobre estas líneas provocó en los últimos años que las cargas se muevan en forma cada vez más lenta. El Estado muchas veces terminaba realizando las obras de mantenimiento con lo cual en la práctica no tenía sentido sostener las concesiones a las empresas privadas.
En el plan de transición para que las operaciones pasen a manos del Estado se contempla que el vencimiento de los contratos actuales son el 31 de octubre para Ferroexpreso Pampeano, el 21 de diciembre de 2022 para Nuevo Central Argentino y el 10 de marzo de 2023 para Ferrosur Roca. Las empresas privadas tendrán la posibilidad de ofrecer servicios de transporte de carga pero para ello deberán desembolsar un canon por el uso de las vías.
Inversiones de infraestructura
La principal apuesta del sector público es incorporar a las líneas Sarmiento, Mitre y Roca al plan de modernización del transporte ferroviario realizando las inversiones necesarias para ponerlas nuevamente en valor. Estas inversiones se sumarán al programa de obras integral con el que el Estado busca recuperar el rol del tren en el crecimiento y desarrollo del mercado interno: un símbolo histórico del país que en los noventa comenzó a perder brillo junto a las privatizaciones.
La semana pasada, por ejemplo, la empresa estatal Trenes Argentinos Infraestructura movilizó casi 38 mil toneladas de durmientes en una de las acciones que es parte del plan nacional de modernización del transporte ferroviario.
En los próximos 4 años se invertirán cerca de 5000 millones de dólares para reactivar los trenes de carga para transportar productos de forma más eficiente hacia los puertos e impulsar las economías regionales.
El presidente Alberto Fernández firmó a finales del año pasado cuatro convenios claves con empresas chinas para avanzar la renovación de las líneas Belgrano Cargas, San Martín Cargas y el tren Norpatagónico.
El plan de modernización de trenes de carga trabajará sobre más de 4000 kilómetros de vías y permitirá la creación de alrededor de 31.000 puestos de trabajo. Se trata de un programa que contempla obras en al menos 12 provincias: Jujuy, Salta, Tucumán, Chaco, Córdoba, Santa Fe, San Luis, Mendoza, La Pampa, Río Negro, Neuquén y Buenos Aires con un alto efecto multiplicador para la actividad económica.
En los proyectos estratégicos se destaca el del tren Norpatagónico. La inversión estimada será de 1200 millones de dólares y permitirá recuperar 870 kilometres de vía. También figura como apuesta importante el proyecto de corredores de carga a Vaca Muerta por 355 millones de dólares en el que se incluye la construcción de 118 kilómetros de vías nuevas. Otra de las obras importantes se hará sobre San Martín Cargas con desembolsos por casi 2600 millones de dólares permitiendo intervenir sobre unos 1800 kilómetros de vía.