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ABC, testigo directo en la fiesta de la victoria histórica de Trump

Unos voluntarios reparten gorras roja MAGA, el símbolo del \'trumpismo\'. \' Make America Great Again \', \'Hacer a EE.UU. grande otra vez\'. Un mensaje sencillo, directo, populista, efectivo. Todo en una gorra, el complemento americano por antonomasia. Con el color del partido. Son las seis de la tarde en la fiesta de celebración de resultados de la campaña de Donald Trump y no hay nadie entre los cientos de personas que entran en este centro de convenciones de West Palm Beach, en la costa de Florida, que no coja una. Aunque la mayoría ya lleve otra en la cabeza. Pero es un souvenir histórico. Está a punto de comenzar un escrutinio en el que su líder puede firmar el regreso más antológico de la historia política de EE.UU. Faltan ocho horas para que a MAGA le falte una \'A\'. Otro \'Again\'. Otra vez, otra vez. Otra vez, antes de entrar, rastrean los perros del Servicio Secreto la mochila. La noche es pegajosa y esconde los nubarrones de tormenta caribeña, un presagio para algunos. La seguridad es máxima y esperada. Es el clímax de una campaña turbulenta , marcada por una bala que se quedó a un par de centímetros de reventar la cabeza del candidato. La sangre de su oreja rozada en el rostro, el puño al aire, el grito de \'luchad, luchad\' aparece en las pantallas gigantes que todavía casi nadie mira.Dentro del centro de convenciones manda la frialdad del aire acondicionado desatado que se sufre en Florida. Pero el ambiente se caldea con el paso de las horas. Aquí todos son creyentes. « Está hecho », dice James McCoy Taylor, sentado en una mesa con un grupo de jóvenes venidos de Texas. Es cantante de \'country\', con botas de cuero que podrían ser de algún artesano de Valverde del Camino. «No hay manera de que pierda», «ganamos seguro», «lo tenemos», dice, agarrado a una cerveza. Dos veteranos del ejército llegan a la misma conclusión, pero con datos: el aumento de movilización en el voto anticipado, los cambios en afiliación… «No hay manera de que se escape».Noticia Relacionada estandar Si La amarga derrota de una Kamala Harris noqueada David Alandete | CORRESPONSAL EN WASHINGTON La candidata llegó a la recta final confiada, hasta hizo venir a Washington a miles de partidarios, que se fueron entre llantosEl paso de las horas demuestra que todo eso no es solo la imposibilidad \'trumpista\' de concebir la derrota. Los caminos a la Casa Blanca de la enemiga de todos los aquí reunidos, Kamala Harris, empiezan a desfigurarse. Virginia, territorio demócrata en las últimas elecciones, aparece vulnerable. El cercano condado de Miami-Dade, bastión demócrata, con mucho voto hispano , se va por primera vez a un candidato republicano desde 1988. Y no son solo los cubanos y venezolanos de Miami. Las encuestas a pie de urna muestran que los hispanos le dan la espalda a Harris en los territorios clave. La pregunta clave de la elección -«¿estáis mejor que hace cuatro años?»-, que Trump repite cada vez que pueda, suena con fuerza en ellos.El mapa de EE.UU. comienza a teñirse de rojo republicano y algunos ya tienen peticiones. «Quiero que empiece a deportar ilegales desde el primer minuto», dice Tom Bogert, con sombrero \'cowboy\' con los nombres de Trump y su candidato a la vicepresidencia, J.D. Vance . Está en una de las barras donde se sirven tragos y refrescos. Se pagan los primeros, se regalan los segundos. El espacio descomunal empieza a llenarse con el escrutinio. Tres pantallas gigantes escupen números, porcentajes, mapas y una alienación cambiante de \'talking heads\', de cabezas parlantes que analizan lo que está pasando. El desastre, en CNN. La buena nueva, en Fox News.Jennifer Petito abraza a una persona después del discurso de Trump ReutersA cada lado de la sala, dos cartelones ponen el tono a la noche- \'Sueña en grande otra vez\', dice uno. \'Trump lo arreglará\', promete el otro. Entre ellos se mueve la fauna de invitados de la campaña de Trump. Esto es Florida y hay profusión de lentejuelas, melenazas, brillantes y escotes en ellas. Y el traje con corbata roja y gorra MAGA -el uniforme \'trumpista\'- domina en ellos. Todo teñido de detalles patrióticos, barras y estrellas.Se desatan ovaciones cada vez que un estado cae del lado de Trump. Y llega la locura cuando los datos muestran cómo van las cosas en Pensilvania, la batalla decisiva. Cuando Trump supera a Harris en el escrutinio empieza la fiesta. El DJ pone \' Y.M.C.A. \', de Village People , y la gente lo baila delante del escenario. Es la canción con la que Trump cierra sus mitines.Las apelaciones a la unidad del país crecen conforme la victoria de Trump se acerca. «Solo queremos paz, orden y unirnos como país»; dice un imberbe Benjamin Shrader. Pero la polarización, como ocurre siempre entre los más convencidos, son los otros. «Que haya unidad depende de los demócratas», defiende David Pollack. «¿Van a seguir llamándonos nazis, supremacistas y racistas, ahora que somos la mayoría del país?».Entrada la madrugada, la gente empieza a flaquear. Algunos esperan sentados a que llegue el anuncio de victoria. Otros se van para casa, con el bonus de evitar el atasco. Algunos van pasados de copas. El cantante de \'country\' liga con una rubia. Hay peleas por los enchufes, los móviles están vacíos después de horas mirando escrutinios y compartiendo \'selfies\'.Seguidores de Trump festejan los resultados electorales Reuters Lo esperado llega algo antes de las dos de la mañana: Fox News, la \'cadena amiga\', proclama a Trump vencedor. Estruendo de alegría, abrazos, puños al aire , como el que lanzó Trump en Butler. «Estoy aliviada», dice Mama Bea Thomas, una anciana negra, que espera a que llegue Trump a celebrar sentada cerca del escenario. «Dios escuchó el grito de la gente, la gente gritó y Él escuchó, estoy agradecida de que se haya escuchado nuestro lamento, sé que Dios lo conseguiría».Trump se presenta a las 2.25 de la mañana. La satisfacción puede con su cansancio. Es su regreso triunfal. Se declara ganador pese a que, por el momento, solo se lo concede Fox News. «Hoy será recordado como el día en que el pueblo estadounidense recuperó el control de su país», dice. El control, al menos de la presidencia, será suyo. Y todos aquí están encantados. Hasta los camareros se suben a sillas para tirar fotos al presidente-electo. La fiesta acaba en cuanto se va Trump . Se despuebla la sala de gorras rojas MAGA, otra vez.

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