Rosa Fernández dijo a El Litoral que “solo cuentan con la palabra de mi hija” y que “el perito cambió su testimonio”.
La madre de la joven con discapacidad que habría sido violada en una escuela especial de Corrientes por un compañero dijo que su abogado le aseguró que el caso “no tiene pruebas favorables” y que “solo cuentan con su palabra”. Además, pidió ayuda psicológica ya que nunca la recibió.
Rosa Fernández, quien hace más de un mes había contado lo que le pasó a su hija a El Litoral, ahora relató que el caso se estancó, no avanzó y la investigación no le favorece.
“Lo contraté a Hermindo González para que sea el abogado. Él está en el caso y el lunes comentó que no tenemos pruebas, que solo tenemos la palabra de mi hija y cree que no vamos a llegar a nada”, indicó.
Fernández explicó que ahora son los dichos de su hija contra la negación de lo sucedido por parte de miembros del establecimiento educativo. “Desde la institución no llamaron nunca, nadie se acercó a darnos una mano, ni preguntaron cómo estábamos”.
“No sé qué pensar de esto, porque el perito la revisó y dijo que había sido violada. Ahora dijo que no es de ese día, que es de larga data, que ese día hubo una ‘desfloración’ y que con eso no alcanza. No entiendo qué está pasando, no puede cambiar su testimonio el perito de esa manera. Además, sangró por 10 días, estuvo en la escuela y llegó así. No me van a tratar de loca ni mentirosa como lo hacen”, explicó angustiada la madre.
La mujer indicó que la situación no le deja conciliar el sueño hace tiempo y que no sabe por qué todo se dio vuelta cuando las pruebas estaban al alcance.
“Ningún psicólogo ni psicóloga atendió a mi hija. En un principio me llamaban trabajadores sociales, pero ella estaba muy mal y sigue así. No se quiere levantar, no quiere comer. Vinieron dos veces y me pidieron datos, pero no me ayudaron. Estuvo hoy (por ayer) con su crisis de llanto de nuevo. Recién llegué de la costanera para que camine, no sé qué hacer. Ella está bien uno o dos días, y después vuelve a tener sus crisis”, señaló.
Asimismo, indicó que necesita ayuda psicológica al igual que la joven debido al estrés por el que está pasando por lo vivido en el último tiempo. Contó que se acercó hasta una salita de su barrio, pero los turnos con esos profesionales están saturados. Además, denunció que desde que tras el hecho nadie les presta ayuda, ni las atienden.
“Necesito ayuda porque estoy sola con mi hija y todos los días hay un problema para mí que no se quiere levantar, que tiene crisis. Estoy invadida por la angustia, no puedo hablar porque lloro, no sé qué hacer. Me tratan de mentirosa, pero cómo voy a inventar una cosa así”, sostuvo.
Por su parte, tutores y directivos le dijeron a su abogado “que no deben creerle, que no es verdad”, según contó y que “los padres del joven que acusado de abusar de su hija niegan el hecho y dicen que todo estuvo inventado”.
“Me enteré a través de un familiar que le dieron a los tutores una planilla para que firmen y decía que el colegio se desligaba de cualquier cosa que les pase dentro de la institución. A mí no me importa la plata, lo único que quiero es que ella esté bien”, concluyó.
Hecho
La mujer había denunciado ante la Justicia que su hija con discapacidad fue víctima de violación en el baño de una escuela especial el pasado martes, luego de que la maestra a cargo abandonara el aula. Además, había asegurado que los directivos negaron el hecho, pero que hay pruebas que demuestran lo contrario. Según dijo la agresión sexual resultó corroborada por médicos forenses.
La madre de la joven, quien tiene un 80% de discapacidad por un problema psicomotor y retraso madurativo, contó que su hija asiste al establecimiento hace un año y medio.
Fernández dijo que su hija le contó que uno de los alumnos la invitó a ir hasta el baño. La joven lo siguió y en ese momento se habría consumado la violación.