Es uno de los tipos de acoso laboral con mayor incidencia en América Latina. El dilema empresarial y qué hacer para evitarlo.
l acoso sexual es uno de los tipos de acoso laboral con mayor incidencia en América Latina, por lo que las empresas deben prepararse y contar con el apoyo de firmas especializadas de investigación. Esto en un momento en que esta problemática puede tener desde un impacto reputacional hasta implicaciones legales.
El problema del acoso sexual ha cobrado mayor visibilidad en los últimos años; las empresas están recibiendo más denuncias relacionadas con estas conductas, por lo que se hace necesario llevar a cabo investigaciones imparciales y que garanticen que las personas que denuncian no sufrirán represalias.
Los casos de abuso sexual se presentan desde una persona con posición de poder a un subordinado, una situación que deja a la víctima más desprotegida. Sin embargo, también se presentan casos en los que el acoso proviene de una persona con el mismo nivel jerárquico. En la mayoría de los casos, quienes denuncian haber sufrido acoso sexual en el trabajo son mujeres.
Un estudio de la fundación Friedrich-Ebert-Stiftung y Grow Género arrojó que en Argentina 3 de cada 10 mujeres sufrieron violencia sexual en el trabajo. Las principales formas en las que se presenta son mediante comentarios inadecuados sobre el cuerpo o la vestimenta (33%); acercamientos físicos inapropiados que pueden incluir desde avances sobre el espacio personal hasta contacto físico no consentido (22%) y favores sexuales a cambio de beneficios o promociones laborales (4%).
A esto se agrega otro gran problema, y es el desconocimiento sobre las medidas que las empresas deben implementar para investigar este tipo de casos. La mayoría de las mujeres desconoce y no tienen idea de la existencia de los procedimientos para denunciar estos casos. Este desconocimiento genera, a su vez, desconfianza en las instituciones, por lo que muchas personas no se atreven a denunciar.
Si no se tiene un conocimiento sobre cómo llevar a cabo estas investigaciones, el proceso puede terminar en la revictimización de quien denuncia, sin haber resuelto el problema de fondo.
Las implicaciones de estos casos pueden ser tanto reputacionales como legales, afectando también el clima general de la empresa, Por eso, creemos que atender de manera efectiva el acoso sexual no es solo una obligación, sino también una oportunidad. El sector privado puede tomar la batuta para mostrar los resultados positivos implementar mejores prácticas para remediar el acoso sexual.
Una acción rápida, eficiente y liderada por expertos para afrontar el acoso sexual dentro de las organizaciones puede convertirse en un valor agregado de las empresas ante proveedores, trabajadores y clientes; así como frente a los usuarios y consumidores, cada vez más informados y con mayor voz para incidir en los cambios que busca la sociedad.
*María Camila Hernández y Arturo del Castillo, directora y director ejecutivo (respectivamente) de investigaciones forenses de Kroll Colombia.