En lugar de enfocarte en los problemas, lo ideal es enfocarte en buscar opciones, alternativas de solución. Esto es lo que marca la diferencia entre una persona positiva y otra negativa.
Cuando estamos inmersos en situaciones complicadas, nuestra mente pasa muchas horas dándole vueltas, (mascando el problema cómo sí fuera un chicle viejo); como si el hecho de tenerlo en la cabeza, por sí sólo, pudiera arreglar algo.
Solo podemos resolver lo que sí ,está en nuestras manos gestionarlo.
Enfocados en él problema:
¿Eres una persona que dedica mucho tiempo a pensar en los problemas, dando vueltas en tu cabeza sin pararte a pensar en cómo cambiar las cosas?
¡Si la respuesta es Sí! presta atención a los beneficios que estás teniendo por hacer esto:
Estás invirtiendo tu tiempo
Estás invirtiendo tu energía
Estás centrado en la queja (la solución no está en ti, tu eres una víctima)
Te estás pre-ocupando (y agobiando, creando ansiedad)
No te estás acercando a un mejor escenario
No estás en el centro de tu vida (¿esperas qué otros lo solucionen por ti?) etc.
Todos estos ítems tienen una cosa en común: Con ninguno de ellos vas a salir de tu problema.
Enfocados en la solución del problema
Para enfocarse en la solución del problema podríamos hacerlo simplemente sí primeramente modificamos la manera de hacernos preguntas:
En vez de preguntarnos ¿no sé qué hacer con …? Veamos que pasa sí remplazamos por ¿Qué puedo hacer si…?
Probando reflexionar sobre las posibles alternativas, me va a brindar una sensación de poder y posibilidades, de sentir estar preparado para enfrentar los retos hacia lo nuevo y desconocido.
Esta o modo de analizar, no significa que vaya a solucionar todo o que nada se me vaya a escapar. Lo que estaría consiguiendo con hacerme nuevas preguntas es diseñar diferentes escenarios que me traigan alternativas, estableciendo una gran diferencia en la actitud con la que lo afronto los hechos.
Una serie de preguntas de guía: ¿Ha cambiado algo con solo pensar en el problema? ¿qué has hecho para que esa dificultad no lo sea tanto? ¿Qué acciones concretas has realizado para resolver? O ¿qué decisiones has tomado al respecto? ¿qué planificación has diseñado para reducir tu preocupación sobre este tema? ¿Cómo lo harás? ¿Cuándo lo harás?
Desarrollar una actitud positiva en la que te colocas como protagonista para buscar cómo solucionar los problemas que se presentan, es el comienzo de la solución; actuando en consecuencia para salir de los escenarios adversos, evitando de este modo caer en la ansiedad, el agobio y la pérdida de energía y tiempo.
La diferencia qué marca la diferencia, en definitiva, es afrontarlo con una actitud positiva.
Todos sabemos que a la hora de buscar soluciones con actitud positiva es fácil de escribir, pero no siempre resulta sencillo de cumplir, pero vale la pena intentarlo y, realmente, uno se siente mucho mejor.
Además de la actitud positiva comparto algunos aspectos para enfocarnos mejor en las taras.
1. Establecer metas claras y objetivos: Lo primero a considerar es saber qué queremos como resultado. A dónde queremos llegar con nuestros proyectos. Siempre orientados a poder cumplir los objetivos como fueron planteados, en tiempo y forma, con esto avanzamos y con el tiempo se notan los resultados, los cuales son generalmente mejor de lo esperados.
2. Realizar una tarea por vez: Muchas veces cuesta comprender varias conversaciones al mismo tiempo sin qué se escapen aspectos importantes que luego nos cuestan tiempo perdido.
Ocurre lo mismo al encarar las tareas, por eso es recomendable realizar primero las tareas de un proyecto concreto, para luego pasar a otro proyecto.
Para esto, facilita armar una lista de tareas ordenada, lo importante, lo urgente, lo secundario. Saber qué debemos considerar también los imprevistos o imponderables.
Y, antes de pasar a otra tarea, finalizar la tarea actual.
3. Cuidarnos y recargar nuestra energía: nuestro trabajo debe medirse por el valor agregado a los proyectos (efectividad y proactividad) antes que por la cantidad de horas. Durante el desempeño incorporar descansos, esto hará que nuestro día rinda mucho más.
Cuidar el instrumento (uno mismo) Llevar una vida saludable, hacer deporte, alimentarse bien y adecuadamente, dedicarle tiempo a la familia, a los amigos y a disfrutar del ocio (sin exagerar) nos hará recargar las energías necesarias para encarar los proyectos con la mente siempre fresca y llegar a cumplir nuestras metas.
Cuando cambamos la manera de mirar las cosas, las cosas cambian de manera. Dale la vuelta a tus problemas y encáralos con actitud positiva.
Te mando un beso inmenso TG
IG Tona Galvaliz.
FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación-
Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.