Una extraña muerte se produjo días atrás en un hospital de la localidad de Campo de Mayo, conocida por albergar a una de las más grandes guarniciones militares del país, y tuvo como víctima a un gendarme de 23 años, oriundo de Corrientes. En principio se dijo que el muchacho apareció ahorcado, pero su familia asegura que fue asesinado por la Policía.

 

La víctima se llama Miguel López, un gendarme nacido en Paso de la Patria que hacía poco tiempo había ingresado a las filas de la Gendarmería Nacional en la provincia de Buenos Aires.

 

Según el testimonio de la familia, en junio del año pasado, luego de que el joven mantuvo un altercado con efectivos policiales, tras comprar cigarrillos en una estación de servicios, y fue violentamente agredido. "Lo persiguieron y lo golpearon salvajemente", contó Alejandrina López, mamá de la víctima.

 

A raíz de ello se radicó una denuncia en contra de la Unidad Sexta de Tigre, que es la dependencia a la que pertenecían los atacantes, ya que el ataque había sido grabado por un amigo con un celular, pero llamativamente el CD entregado con las imágenes en la Unidad Especial de Investigaciones se encontraba en blanco, por lo que hicieron entrega del chip.

 

Recién el 15 de enero de este año la víctima fue citada por la Fiscalía de Pilar que tomó intervención en la investigación, para informarle el fallo a favor de los efectivos policiales porque no habían encontrado elementos que confirmaran su denuncia por agresiones.

 

Desde entonces, el joven le manifestó a su familia que se sentía perseguido y que "una mafia quería matarlo", hecho por el cual su madre viajó desde Corrientes para mudar a su hijo a otra zona para resguardarlo.

 

El 4 de febrero, recordó quebrada Alejandrina, "Miguel salió al supermercado y como sentía que lo perseguían se trasladó hasta la Unidad de Investigaciones para denunciar lo que pasaba, pero no le creyeron y lo maniataron y lo trasladaron hasta el hospital militar de Campo de Mayo".

 

Allí permaneció internado hasta el 20 de febrero, cuando llamativamente lo trasladaron a otra habitación en la que posteriormente apareció ahorcado.

 

Su familia no cree que el joven se haya suicidado y acusa a la Policía por su muerte. Denuncian que hubo irregularidades desde el día que fue agredido por una patrulla policial hasta el día de su muerte dudosa.