El ministro de Economía y precandidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, encabezará el próximo lunes en Ezeiza un acto al cumplirse 15 años de la reestatización de Aerolíneas Argentinas (AA), una medida impulsada en el 2008 por Cristina Fernández de Kirchner, y en el que además se inaugurará un nuevo simulador para los aviones Boeing 737-max, que será el primero en Sudamérica y le permitirá a la compañía un importante ahorro en capacitación de sus pilotos.
La cita será este lunes a las 15 en el Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos de la República Argentina (Cefepra), ubicado en Ezeiza, próximo al área de planta industrial de Aerolíneas Argentinas y al aeropuerto internacional.
En ese marco, se presentará el nuevo simulador de entrenamiento -que permitirá un importante ahorro al evitar la salida de divisas en viáticos, hoteles, trasportes y pago de simulador en el exterior-, lo que dará el marco para conmemorar los 15 años de una fecha emblemática para el oficialismo: la reestatización de Aerolíneas Argentinas.
El encuentro será una oportunidad para reforzar los discursos oficiales sobre el rol del Estado y la importancia de la empresa estatal de bandera, ante las propuestas de dirigentes opositores que impulsan volver a privatizar compañías como Aerolíneas; y se realizará antes de que el miércoles 19 se inicie el período de prohibición de publicidad de actos de gobierno susceptibles de promover la captación del voto, de cara a las PASO del 13 de agosto.
En diálogo con Télam, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, destacó que actualmente la empresa «le agrega valor al país por su impacto socioeconómico positivo» y recordó que cuando el Estado «se hizo cargo en 2008, tenía 26 aviones operativos con una flota antigua y canibalizada, volaba a muy pocos destinos, transportaba 5/6 millones de pasajeros por año y había un sinfín de problemas operativos y económicos».
«Hoy tenemos una línea aérea con 80 aviones de una flota moderna y eficiente, volamos a 39 destinos dentro de la Argentina, 21 internacionales y sumamos 47 rutas federales. Construimos el Cefepra para capacitar a 6000 profesionales por año; el Hangar 5, el más grande de la región, tenemos un negocio de cargas en expansión con aviones cargueros puros y a fin de año vamos a superar la marca histórica de 13 millones de pasajeros transportados», enumeró Ceriani.
Destacó asimismo que durante 2022 se redujeron los aportes del Estado «a un 64 por ciento menos de lo que requirió en 2019, con el mejor balance desde la re-estatización y aportamos un 128% más de lo que recibimos».
«Aerolíneas Argentinas es una empresa que le agrega valor al país por su impacto socioeconómico positivo, con una red de vuelos verdaderamente federal y pensada para conectar a los argentinos. Nuestra función es contribuir al desarrollo de la Argentina como destino turístico y de negocios», señaló el titular de AA.
Aerolíneas Argentinas nació en 1949 por un decreto del presidente Juan Domingo Perón, mediante la unión de cuatro aerolíneas y luego en 1979 la compañía se transformó en Sociedad del Estado, pero 11 años después, en los 90, durante la presidencia de Carlos Menem, el consorcio español Iberia se hizo cargo de la empresa, que cambió su razón social a Aerolíneas Argentinas S.A.
La compañía se transfirió sin ningún pasivo, ya que antes el Estado absorbió su deuda. Iberia abonó 1610 millones de dólares en títulos públicos y apenas 260 millones en efectivo para conseguir el dinero, se endeudaron y transfirieron el pasivo a la cuenta de la propia Aerolíneas Argentinas.
Vendieron oficinas comerciales en el país y el exterior, los simuladores de vuelo y las 28 aeronaves que conformaban la flota. También desmantelaron los talleres y levantaron decenas de rutas y escalas.
Posteriormente, en 1996, accedieron al capital bancos de Estados Unidos, como Merrill Lynch, Bankers Trust, entrando también la aerolínea de Estados Unidos American Airlines. La situación no mejoró y en el año 2000 se declararon en convocatoria de acreedores.
En junio de 2001, Aerolíneas sufrió la peor crisis en su historia: se suspendieron vuelos a siete destinos internacionales y la aerolínea entró en convocatoria de acreedores (suspensión de pagos). En julio del mismo año, la aerolínea Aero Continente presentó a la SEPI una oferta de compra de la empresa argentina por 100 millones de dólares.
En octubre del 2001, el control de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas se cedió al Grupo Marsans (un consorcio español formado por las aerolíneas privadas Spanair y Air Comet), que adquirió el 92,1 % de las acciones.
Air Comet se equipó a través de las empresas del Grupo Aerolíneas: se basaron en los negocios de las empresas del Grupo Aerolíneas para apalancar el crecimiento de unidades de negocios distintas, como Air Comet Europa, Air Comet Chile, Marsans Internacional Argentina y Marsans Internacional Chile» que hizo llevar a Aerolíneas a un estado de precariedad extrema.
El Grupo Marsans transfirió dinero, aviones y combustible para mantener las operaciones de Air Comet y Air Comet Chile. El 10 de julio de 2008, representantes del Estado argentino dentro del directorio del Grupo Aerolíneas, denunciaron a la empresa ante la Justicia, solicitando la intervención judicial.
El 17 de julio de 2008, durante un acto de inauguración de obras realizadas en el Aeropuerto Internacional de Resistencia, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció el proyecto de ley para la estatización de Aerolíneas Argentinas, Austral Líneas Aéreas y las demás empresas pertenecientes al Grupo Aerolíneas Argentinas.
El 24 de julio, el Gobierno envió al Congreso de la Nación el proyecto de estatización de Aerolíneas Argentinas y el 22 de agosto el proyecto de estatización fue aprobado en Diputados por 167 votos a favor y 79 en contra, y fue remitido para su tratamiento por el Senado. El 3 de septiembre, el proyecto fue aprobado en el Senado por 46 votos en favor y 21 en contra, convirtiéndose en la Ley 26.412.