“Estamos pasando un momento crítico. Se suman varios factores y aunque tenemos la esperanza de recuperarnos un poco hasta fin de año, la situación es muy compleja”, admitió Pablo César Blanco, titular de la Asociación de Horticultores Río Santa Lucía, con sede en la localidad del mismo nombre.
Blanco contó en exclusiva que “a la delicada situación financiera se suma la nula respuesta institucional”.
El productor hortícola aseveró que los costos en los establecimientos medianos y pequeños son altísimos y todo este esquema “tuvo un fuerte golpe con la devaluación de diciembre de 2015, que aumentó entre el 50 y el 60% el costo de los insumos. Nosotros tenemos costos por encima del millón de pesos por 1 hectárea de tendaleros, y a eso hay que sumar la mano de obra, atendiendo que cualquier productor mediano o pequeño tiene no menos de 5 tendaleros”.
“A ésta situación se sumó la Corriente del Niño, que provocó la pérdida de frutos y plantas por la alta humedad y por los muchos días sin sol. Todo eso produce la obvia falta de producción que deriva en el encarecimiento del precio de tomates, morrones y pimientos. Y nosotros, no obstante la demanda, no tenemos tampoco mercadería para responder”, dijo.
Especulación
Blanco fue determinante al hablar “de los formadores de precios que son las grandes cadenas de supermercados, quienes destruyen cualquier producción local”.
Y precisó: “no hay relación alguna entre el precio que vendemos nosotros y lo que ellos cobran en los grandes supermercados, por ejemplo, de Corrientes capital, donde están cobrando en promedio 40 pesos el kilo de tomate. Ellos compran el cajón de tomate a 200 pesos, y ganan 800 por cada cajón con ese precio”.
Sin diálogo con el Gobierno
El productor santaluceño alertó que “con el Ministerio de la Producción de la Provincia es absolutamente nulo el diálogo. No podemos conseguir que nos den una lista de los productores beneficiados por subsidios por las inclemencias climáticas, menos vamos a poder hablar de políticas productivas comunes”.
Blanco alertó que “además sigue entrando producción desde Brasil, lo que perjudica notablemente a los productores locales, pero las autoridades hacen oído sordos”.
No obstante la delicada situación, Pablo Blanco admitió tener expectativas sobre el futuro: “si mejora el clima, podemos sacar producción hasta noviembre, y así recuperar algo de lo perdido este año”.
“Si nos preguntan cómo seguimos con éste escenario todos decimos que no tenemos otra salida. Es de lo que vivimos, y lo que nos da la zona. Es una de las situaciones más críticas que nos toca superar, pero estamos en la pelea”, dijo optimista.