Los 470 trabajadores de la textil Alpargatas de Bella Vista, Corrientes, cruzan los dedos para regresar el lunes a la planta y mantener sus puestos de trabajo porque la firma amenaza con cerrar definitivamente otra fábrica en la provincia de La Pampa, en medio de una crisis del sector por la apertura de productos importados que dispuso el Gobierno de Mauricio Macri.

 

Los correntinos de Alpargatas terminaron este viernes la semana de suspensión obligatoria que dispuso la empresa y que mantuvo paralizada en forma total la hilandería de Bella Vista.

 

El delegado gremial Roberto Vandecaveye informó que el lunes deberán volver a sus puestos de trabajo luego de una semana en la que cobraron el 70 por ciento por cada día trabajado, un monto de 620 pesos aproximadamente por día, porque fue la salida que acordaron con los empresarios ante los temores de cierre.

 

“No queremos volver a 2001 cuando teníamos que salir a cortar la ruta, pero lo cierto es que estamos muy preocupados porque el Gobierno nacional no revisa su política de importaciones de productos textiles que nos afectan gravemente”, dijo el dirigente de la Asociación Obrera Textil (AOT).

 

“A nuestros gobernantes no les interesa la industria textil, ya cerraron definitivamente la planta de provincia de San Luis y la de Florencio Varela”, dijo el delegado de Bella Vista.

 

El temor de los correntinos crece porque en La Pampa se mantiene la decisión de Alpargatas de ofrecer retiros voluntarios y si, a pesar de ello, no soluciona su crisis cerrará definitivamente su planta en esa provincia. En la misma situación podrían quedar la de Bella Vista y una tercera ubicada en Tucumán.

 

Alpargatas, firma en manos de empresarios de Brasil, terminó este viernes la suspensión para un total de 1.820 trabajadores en el país y, a partir del lunes, con el regreso de todos a la planta volverá a evaluar la situación.

 

Los trabajadores dijeron que hay un análisis permanente, de todos los días, en la fábrica de Bella Vista para ver si entran pedidos de clientes que compran hilo para hacer telas y alivianar la situación.