El secretario general de Camioneros, Hugo Moyano, reunió a todos los congresales del país para debatir las medidas a tomar frente a la negativa del sector empresarial de actualizar el porcentaje de la paritaria y el bono anual. Ante la amenaza del Gobierno de no homologar aumentos, el sindicalista advirtió que podrían ir a un paro nacional.
«Si no nos dan el aumento que corresponde, vamos al paro nacional», sostuvo Moyano en el cierre del Congreso de Camioneros.
Al mismo tiempo, el número 2 de la Federación de Camioneros, Jorge Taboada, cuestionó al Gobierno por entrometerse en la paritaria y disparó: «¿Qué carajo hace metiéndose en una negociación paritaria?».
Moyano deliberó con los gremialistas de base en el Hotel Intersur, ubicado en el barrio Constitución, en Capital Federal, y luego ofreció una conferencia de prensa donde dio a conocer la postura del sindicato.
En las últimas semanas, las negociaciones paritarias entre el Sindicato de Camioneros y las cámaras empresariales no prosperaron, ya que Moyano solicitó un incremento salarial del 5% mensual para los meses de diciembre, enero y febrero, además de un bono anual de $650.000 y una contribución extraordinaria para la obra social.
Por su parte, las empresas del sector manifestaron que tienen dificultades para cumplir con estas demandas, argumentando una contracción en la actividad y limitaciones financieras.
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PARITARIAS 2025: LA DISPOSICIÓN DEL GOBIERNO
El Gobierno tiene resuelto poner como tope la inflación para los aumentos salariales de 2025. El límite fijado por las áreas de Economía y Capital Humano de la administración libertaria se sostendrá, admitieron en el Ejecutivo, con herramientas administrativas como la homologación de las paritarias.
De este modo, si un gremio eventualmente logra pactar una suba de ingresos por encima de la evolución de la canasta básica de precios, los funcionarios podrán privar a ese acuerdo de validación y, por lo tanto, de garantía de cobro para los trabajadores de esa actividad.
Según el plan oficial, los sindicatos que pretendan el visto bueno para sus aumentos deberán atenerse a la dinámica inflacionaria y, en el mejor de los casos, podrán disponer subas superiores sólo en las empresas o regiones de su actividad que estén dispuestas a superar esa guía siempre y cuando la mejora no sea obligatoria para todos los empleadores alcanzados por un convenio colectivo.