Este martes desde las 09:30 el gobernador abrirá formalmente las sesiones ordinarias en la Legislatura. El mensaje estará marcado por los últimos acontecimientos: una tragedia ecoambiental jamás vista en la historia de la provincia.
Será además la formalización del año político en el primer año de administración del reelecto mandatario provincial correntino. Deberá, así lo indica la lógica, dedicar gran espacio de su alocución a lo ocurrido en la provincia. Más de un millón de hectáreas quemadas hasta el momento por incendios forestales y rurales. Un 40% de esa cantidad pertenece a humedales nativos en los Esteros del Iberá.
¿Habrá anuncios? ¿Qué políticas y leyes informará el jefe de Estado provincial para atender de ahora en más contingencias como las que atraviesa la provincia?
El fuego puso en jaque a los organismos provinciales que no tienen elementos para hacer frente a semejantes eventos: no hay cuerpos especiales de brigadistas y bomberos en toda la geografía provincial. Quizás sea el momento de crearlos a nivel provincial, a pesar que la Nación anunció semanas atrás la creación de cuerpos de brigadistas que tendrán bases operacionales en Corrientes y en Misiones.
También hace falta normas y recursos económicos. Destinar presupuesto suficiente para hacer frente a eventos que no se extinguirán, el cambio climático aventura más cambios de paradigmas en la forma de vida.
La extensión en el tiempo de la sequía, el bajo caudal de los ríos en la zona litoraleña, provoca impactos profundos en la economía regional.
La provincia de Corrientes siendo una de las más forestadas en el país no posee siquiera un avión o helicóptero hidrante, la vecina provincia de Misiones anunció días atrás que comprará un helicóptero más que lo sumará a su flota de dos que son utilizados para combatir el fuego en la selva nativa de la tierra colorada.
Mañana el gobernador de Corrientes podrá retomar la iniciativa de la que careció al inicio de la crisis por los incendios. Hay expectativas también en los sectores afectados por el fuego: productores ganaderos, desde el más pequeño hasta el más grande, ganaderos, productores forestales y pobladores que perdieron sus viviendas.
Como siempre ocurre en las tragedias las clases sociales más bajas son las que más padecen los efectos directos y colaterales de esos eventos.
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