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Argentina y Bolivia, en crisis por la instalación de una valla «al estilo Trump»

En pleno contexto de endurecimiento de los controles fronterizos de Estados Unidos, con el regreso a la presidencia de Donald Trump , Argentina parece seguir el ejemplo del país norteamericano con la propuesta de instalar una valla que lo separe de su vecino, Bolivia. La iniciativa reaviva las tensiones entre ambos países y este lunes se firma el convenio para comenzar la obra.Los conflictos con sus países limítrofes vienen siendo una constante en Argentina desde hace ya varios meses. Después de producirse tensiones a lo largo de todo 2024 con Chile y Brasil, ahora el Gobierno del presidente Javier Milei afronta un cruce diplomático con Bolivia. El motivo es la intención de instalar una valla que separe ambos países en la provincia de Salta –ubicada al norte de la nación del tango-. Puntualmente, en el municipio de Aguas Blancas.La iniciativa se encuentra enmarcada dentro del proyecto llamado \'Plan Güemes\', impulsado por la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich , que tiene como propósito reforzar las fronteras del norte del país. «Vinimos a decirle basta al narcotráfico, al sicariato y a los caminos fronterizos sin control», había expresado la funcionaria del Gobierno de Milei el mes pasado al presentar oficialmente este programa. En Argentina, la prensa local compara estas medidas con las políticas implementadas por el presidente Donald Trump en Estados Unidos.Noticia Relacionada estandar Si El Gobierno de Milei impulsa un proyecto para eliminar la figura de feminicidio Guadalupe Piñeiro Michel | Corresponsal en Buenos Aires La norma se llamará \'Igualdad ante la ley\' y propone también acabar con los documentos de identidad no binariosEl sistema para reforzar los límites consiste en un alambrado a colocarse entre Aguas Blancas y la localidad boliviana de Bermejo –donde se encuentra el río que le da el nombre-, ubicada en el departamento de Tarija. La valla tendrá una extensión de 200 metros de largo y unos 2,5 metros de alto. Además, está planeado que cuente con algunas puertas -apenas dos o tres- para permitir el paso de manera controlada. Su objetivo, según se expresó de manera oficial, sería revisar que quienes crucen esta frontera lleven a cabo los correspondientes trámites migratorios y evitar el crecimiento tanto del narcotráfico como de las importaciones ilegales.El argumento esgrimido por el interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, es que las mismas autoridades bolivianas habrían solicitado que se refuercen los controles en la frontera que divide ambos países. A su vez, el funcionario acusa al país vecino de Argentina de no colaborar en este sentido. Pero desde Bolivia consideran que esta no es la manera de hacerlo.Diálogo bilateralLa reacción del Gobierno boliviano se dio a conocer en las últimas horas, en las vísperas de la firma del convenio que tiene lugar este lunes. A través de un comunicado, Cancillería de este país consideró que «los temas fronterizos deben ser tratados por medio de mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados para encontrar soluciones coordinadas a temas en común». En el mismo escrito, lanzó una fuerte advertencia a Argentina: «Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos». Por otra parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno del presidente Luis Arce aseguró que presentará de manera oficial un pedido de información sobre el tema a través de vías diplomáticas.«Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos», dijo la Cancillería bolivianaTambién se refirió al tema el ministro de Justicia boliviano, César Siles. «Tanto Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos deberían conminar estas determinaciones, esperamos que solo sea un anuncio y no algo real. Esperemos que el presidente de Argentina pueda reflexionar», pidió.No es la primera vez que surge un conflicto diplomático entre ambos países. Cabe recordar que apenas seis meses atrás el presidente Arce había calificado públicamente a su par argentino, Javier Milei, de «conflictivo». Además, había asegurado que su comportamiento no ayuda al «buen vecindario».

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