La OTAN da comienzo hoy a sus maniobras nucleares «Steadfast Noon», unos ejercicios que durarán dos semanas y en las que participarán más de 60 aeronaves y 2.000 militares. Las fuerzas aéreas de la Alianza practican cómo transportar de forma segura armas nucleares estadounidenses desde depósitos subterráneos en las bases militares hasta los aviones y a montarlas en aviones de combate. Durante los vuelos de entrenamiento, sin embargo, los aviones volarán sin bombas. Se trata de un ejercicio de entrenamiento que consistirá sobre todo en vuelos sobre varios países de Europa occidental, en el que participará personal de ocho bases áreas y trece países aliados , que envía distintos tipos de aeronaves, incluidos aviones a reacción con capacidad para transportar ojivas nucleares, bombarderos, escoltas de combate, aviones de reabastecimiento y aviones capaces de realizar reconocimiento y guerra electrónica. Los vuelos tendrán lugar principalmente sobre el espacio aéreo de Dinamarca, el Reino Unido y el Mar del Norte . «La disuasión nuclear es la piedra angular de la seguridad aliada. \'Steadfast Noon\' es una prueba importante de la disuasión nuclear de la Alianza y envía un mensaje claro a cualquier adversario de que la OTAN protegerá y defenderá a todos los aliados», ha declarado el nuevo Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, cuyo objetivo es garantizar la seguridad, protección, eficacia y credibilidad de la disuasión nuclear de la Alianza. Noticia Relacionada estandar Si Viaje a Transcarpatia, la Ucrania más pobre que Rusia ni siquiera ataca para no gastar misiles Alfons Cabrera | Uzhgorod (Ucrania) Desde que comenzó la guerra, esta región fronteriza con países de la OTAN y de gran influencia húngara solo ha sido bombardeada una vez por su falta de infraestructuras críticasEn las maniobras participa, por ejemplo, el primer avión de combate aliado F35A de los Países Bajos declarado listo para desempeñar funciones nucleares. Rutte ha recordado que, sgún la declaración aprobada por los aliados en su reciente cumbre en Washington, la OTAN deja claro que «el propósito fundamental de la capacidad nuclear es preservar la paz, prevenir la coerción y disuadir la agresión», y afirma que «mientras existan armas nucleares, la OTAN seguirá siendo una alianza nuclear». Ante las crecientes amenazas nucleares de Putin, el ejercicio también debería enviar una señal clara a Moscú de que la OTAN está preparada para defenderse con armas nucleares si sucede lo peor.El llamado intercambio nuclear de la OTAN estipula que, en caso de emergencia, las armas nucleares estadounidenses estacionadas en Europa también pueden ser lanzadas desde aviones de estados socios para, por ejemplo, eliminar las fuerzas enemigas. Según información no confirmada oficialmente, las armas nucleares estadounidenses estarán almacenadas en el norte de Italia, Bélgica, los Países Bajos y Büchel, en Renania-Palatinado. Esta cláusula ha cobrado relevancia después de que, el pasado mes de septiembre, Moscú revisase su doctrina nuclear y rebajase significativamente el umbral para el posible uso del arsenal nuclear ruso, con el objetivo activo de disuadir a los países occidentales de apoyar un ataque contra Rusia, según el portavoz del Kremlin, Dimitry Peskov, que dijo que los cambios introducidos en la doctrina deben considerarse una «advertencia» a los aliados de Ucrania: los ataques a Rusia tendrían «consecuencias». Estos cambios introducidos durante una última reunión del Consejo de Seguridad de Rusia implican que cualquier ataque contra Rusia apoyado por una potencia nuclear se considerará un «ataque conjunto» contra el país, una especificación claramente dirigida a disuadir a los países occidentales de dar permiso a Ucrania para utilizar sus armas para atacar en profundidad el territorio ruso, lo que sería motivo de una grave escalada del conflicto.Importantes para AlemaniaLas maniobras de la OTAN resultan esta vez especialmente significativas para Alemania, donde crece la resistencia de la población a la presencia de armas nucleares estadounidenses en las bases militares del país. Sólo un 40% de los alemanes está a favor de que se mantengan las bombas nucleares estadounidenses desplegadas en el sur de Alemania, en el marco de las estrategias de defensa de la OTAN. Un 39%, sin embargo, pide su retirada, de acuerdo con una encuesta elaborada por el instituto demoscópico Infratest Dimap en la pasada primavera. Desde entonces, en varias campañas electorales regionales, partidos de extrema derecha y de extrema izquierda han removido esa resistencia, que aumenta visiblemente en el este de Alemania. Curiosamente, el apoyo al estacionamiento de cabezas nucleares es particularmente marcado entre los simpatizantes del partido ecopacifista Los Verdes, un colectivo en el que el 64% de los encuestados está de acuerdo. Les siguen los votantes de los conservadores cristianodemócratas y de los liberales: en ambos casos un 61% apoya el despliegue, mientras que entre los seguidores de la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) y de Alianza Sahra Wagencknecht (BSW) favorecen mayoritariamente su retirada un 55%. Según estiman los medios de comunicación alemanes, en estos momentos hay unas 20 cabezas nucleares estadounidenses estacionadas en la base militar de Büchel, en el centro de Alemania, que en caso de guerra serían transportadas por aviones de combate alemanes.