Política

¡Arriba las manos!

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Hay quienes dicen que después de la tormenta siempre sale el sol, y otros que hay veces que la calma está antes de la tormenta. La pregunta es ¿en cuál de las dos situaciones está Argentina? La realidad hoy nos obliga a ser un poco pesimistas y asegurar que lo que está sucediendo en nuestro país es una especie de “tranquilidad” antes de que se desate el caos. Pues, esta última semana Mauricio Macri auguró un futuro desalentador, demostrando una vez más que no dará el brazo a torcer y seguirá manteniendo el mismo rumbo económico: ese que devalúa nuestro peso, que destruye lo que alguna vez fue la industria nacional, que aumenta la pobreza, que despide a miles de trabajadores, que pone en peligro la Educación Pública y, acaso, miles de vidas de personas que padecen alguna enfermedad. En un momento en que la crisis, la verdadera, está a la vuelta de la esquina y a punto de estallar, el Gobierno Nacional decidió desmantelar, entre otros, el Ministerio de Salud. Un salvavidas, juran, para las cuentas en rojo del país; una condena al desastre, para el pueblo que será el único que deberá poner el hombro para sortear el brutal ajuste. Y no es un detalle menor que Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía y la x presidente del Banco Mundial, criticara las políticas económicas de Macri.





Desde que asumió en 2015, aseguró que el “cambio” llegaría a nuestro país y que tendríamos una economía pujante, próspera y que disminuiría la pobreza creando trabajo genuino con la llegada de inversores extranjeros. Y hasta ahora, los únicos foráneos que arribaron a la Argentina son los tropas de Estados Unidos, o bien los Tompkins que están a punto de quedarse con los Esteros del Iberá, patrimonio de todos los correntinos. Por eso, y por muchas cosas más, aunque el eslogan ya sea repetido, es necesario aclarar que lo que cambiamos es “futuro por pasado”. Volvimos a tener una economía que va en retroceso, un peso totalmente devaluado a causa de la dolarización de nuestro mercado; volvimos a ver familias enteras revolviendo la basura por un poco de comida, como así también a miles de personas marchando porque la educación está en peligro, porque no habrá presupuesto universitario para el año que viene, volvimos a ver a miles de trabajadores perder su empleo y, para colmo, siendo reprimidos por reclamar sus derechos. Volvimos a ver saqueos en uno de los cuales un inocente de 13 años perdió la vida y, entonces, volvimos a ver a aquellos: los que se preguntaban qué hacía un niño saqueando, que por qué tenía un arma – algo que resultó ser falso – o que si la policía lo mató o no. Volvimos a ver el odio y el desprecio, porque ¿qué importa si lo mató un policía o no, qué importa si era un niño que portaba un arma, qué importa si estaba participando de un saqueo? Con la doctrina Chocobar alentada por este gobierno, la vida claramente vale mucho menos que la propiedad privada. Veamos, entonces, que quizás tengamos desviada la mirada.





Como si fuera poco, como si la crisis fuera solo un relato de la “alianza troskokirchnerista” – otra ridícula idea del oficialismo –, el Gobierno neoliberal de Cambiemos, con todo su ejército de trolls y periodistas militantes, salió a defender su política económica. Y no solo eso, el mismo Macri salió a ratificar que va a profundizar sus políticas de ajuste con más ajuste. ¿Cómo? Primero, y con la idea de que se van a reducir los gastos del Estado, desmanteló más de la mitad de los ministerios, entre ellos el de Salud, el de Ciencia y Técnica, el de Trabajo. Aunque en el fondo sabemos bien que lo único que eso significa es que miles de personas se van a quedar sin trabajo. Por otro lado, quieren reducir el déficit fiscal al 0%, algo que difícilmente vaya a suceder y además, aumentará el recorte presupuestario para el año que viene. ¿Se acuerdan que en julio de este año, el Gobierno anunció que recortarían 300 mil millones de pesos en 2019? Pues, el lunes pasado dijo que el ajuste será cercano a los 600 mil millones, casi el doble y, no solo eso. En ese momento, los gobernadores de las provincias salieron al cruce porque les tocaba pagar un 33% de ese recorte pero finalmente acordaron hacerlo. Ahora que ese ajuste será mayor ¿cómo lo bancarán las provincias?

 

No por nada, el Nobel de Economía, Joseph Stiglitz comentó en una entrevista a la BBC, que las políticas de “austeridad” de Mauricio Macri tendrá una repercusión negativa en la economía de nuestro país. Stiglitz, que lejos está de ser trosko, mucho menos kirchnerista, dijo que el rumbo que ha emprendido Cambiemos en la economía solo traerá beneficio para algunos de los más ricos del país, en detrimento de los más pobres. Entonces, nunca se trató de una “campaña del miedo” cuando advertíamos que el gobierno neoliberal que proponía y aún propone Macri, solo serviría para aquellos que más tienen. Los tarifazos, los despidos, la devaluación, hoy son parte de la más dura realidad que nos toca afrontar. E iluso es aquel que sigue creyendo que saldremos de la crisis bajo la misma administración, mucho más después de los anuncios del Gobierno esta última semana: entre ellos, el fin de los subsidios al transporte, que ahora pasarán a las provincias. ¿Pueden creer una economía como la de Corrientes, una de las provincias más pobres del país, podrá aguantarlo? Mientras la inflación y la consecuente baja del poder adquisitivo hace mella en el bolsillo de los correntinos, los empresarios del transporte anunciaron que la tarifa plana oscilará entre los $16 y $25. Algo difícil de sostener para un jubilado, o algún trabajador que cobra la mínima.

 

Si nada de esto nos conmueve ni nos moviliza aunque sea una ínfima fibra de sensibilidad, tal vez nos merezcamos lo peor. Si así es, ¡arriba las manos, compatriotas! Bienvenidos al saqueo...

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