La limpieza del hogar suele tener varias técnicas y estrategias con el objetivo de que cada espacio quede de la mejor manera posible, utilizando elementos que sean cotidianos y brinden grandes beneficios.
El uso de la sal en el inodoro de manera cotidiana es una de las herramientas que mayores beneficios brinda en lo que respecta el orden de uno de los espacios más importantes del hogar.
Según un estudio, colocar sal en el interior del inodoro por las noches, generará que el sarro y otros minerales que se suelen adherir a la superficie sean eliminados por completo en simples pasos.
El paso a paso para lograr la eliminación del sarro
Para poder cumplir el objetivo de eliminar todas las bacterias y dejar reluciente el sanitario, quien desee realizar estos pasos deberá mezclar sal fina, bicarbonato de sodio y algún aceite aromático.
En un bol, deben colocar 250 gramos de bicarbonato, 250 gramos de sal y 25 gotas de un aceite perfumado, los primeros elementos servirán para actuar contra el sarro de la superficie, mientras que el aceite perfumará el ambiente.
Una vez que esta mezcla está lista, se deberá esparcir por todo el inodoro y dejarlo actuar. Se recomienda que este procedimiento se efectúe en horarios nocturnos para que tenga más tiempo para hacer efecto debido a que no se utiliza tanto.
Al otro día, se deberá hervir una olla de agua y después volcarlo en el sanitario previo a proceder a tirar la cadena, para culminar el proceso del día y empezar a ver resultados con esta técnica.
Cómo exterminar los "bichitos de humedad" que viven en tu casa y traen todo tipo de enfermedades
El denominado “pececito de plata” es uno de los insectos más comunes que podés encontrarte en tu casa: es científicamente conocido como "Lepisma Saccharina" y suele habitar en sitios húmedos.
La aparición de estos “bichitos de humedad” —son alargados y grises que pueden llegar a medir hasta 12 milímetros de largo—, puede traer consigo la aparición de ácaros o de otros insectos.
Esta especie no posee alas y se estima que podría vivir entre dos y ocho años, alimentándose a base de la materia orgánica que se forma entre almidón y polisacáridos como cartón, moho o pelo, entre otras.
Estos insectos pueden ser fumigados rociando alcohol etílico en los sitios donde han sido encontrados, y colocar do ácido bórico en las juntas de las baldosas del baño o esparciendo tierra de diatomeas, un grupo de algas unicelulares, porque esto generaría que el insecto se seque y muera en el acto.