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Asumió Boric y comienza un nuevo ciclo político en Chile

El izquierdista Gabriel Boric juró este viernes como presidente de Chile en una ceremonia sin corbatas y con mayoría de mujeres entre el nuevo poder, que anuncia un cambio de timón en un país sacudido tras una inédita crisis de su modelo social.
"Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí prometo", dijo Boric para posteriormente levantar el puño izquierdo y firmar, tras un gran suspiro, su cargo como máxima autoridad del país austral.
Rodeado de mujeres que protagonizarán el nuevo gobierno en Chile, Boric, de 36 años, se convirtió en el presidente más joven del país, en uno de los momentos más desafiantes desde que terminó la dictadura de 17 años de Augusto Pinochet en 1990.
El exlíder estudiantil se vió emocionado, conteniendo las lágrimas, al recibir la banda presidencial al lado de Piñera, un empresario millonario de 72 años, que termina se segundo mandato (2010-2014; 2018-2022) como parte de un ciclo político que trajo progreso gracias a un modelos neoliberal que también dejó una gran brecha de desigualdad social que cansó a gran parte de la sociedad y detonó en masivas protestas en octubre de 2019.
Tras la ceremonia juraron ante el presidente Boric los ministros, empezando por Izkia Siches, médica de profesión de 35 años, que será la primera mujer ministra del Interior.
Como la mayoría de los funcionarios del círculo político más cercano a Boric, Siches también es parte de la generación de estudiantes que como el mandatario lideraron la protestas que en 2011 reclamaron mejor acceso a la educación gratis y de calidad y expusieron las lagunas sociales que dejaba la joven democracia chilena.
Entre las múltiples señales de la jornada de investidura, Boric recibió a las organizaciones sociales de primero este viernes en un desayuno oficial en la casa presidencial de verano de Cerro Castillo, sobre el Pacífico.
Tras terminar la ceremonia en Valparaíso y luego en Santiago, el paseo protocolar en un Ford Galaxie descapotable será conducido por la suboficial de Carabineros Lorena Cid, parte de su escolta desde noviembre de 2021.
Hitos
A la toma de posesión invitó, entre autoridades nacionales e internacionales, al joven universitario Gustavo Gatica, quien recibió disparos de balines de goma en sus dos ojos durante una jornada de protesta el 8 de noviembre de 2019, en medio de los enfrentamientos entre Carabineros (Policía Uniformada) y manifestantes en el centro de Santiago.
"Es un hito histórico que tengamos un presidente magallánico y que sea el más joven es un orgullo", dijo César Montiel, un jubilado de 70 años que se acercó a las vallas dispuestas en torno a la casona y que, como Boric, es de Punta Arenas, ciudad ubicada más de 3.000 km al sur de Santiago.
Y, como ruegan varios seguidores de Boric, que "la gente no le pida que solucione los problemas de inmediato", apuntó Montiel.
Bocinazos y gritos a favor o en contra de Piñera y Boric lanzan desde los autos y también los transeúntes que pasaban frente al Palacio de La Moneda, donde en la noche Boric cerrará su jornada con un mensaje al país desde un balcón.
La esperanza del bienestar
Boric pretende iniciar un camino hacia un Estado de bienestar al estilo de la socialdemocracia europea, para cumplir su palabra de convertir a Chile, donde el 1% de la población posee el 26% de la riqueza, en "la tumba" del neoliberalismo.
"Este es un gobierno que llega al poder en un clima político muy fragmentado, que no tiene mayoría parlamentaria y, por lo tanto, no tiene la posibilidad de hacer reformas muy radicales en el corto plazo", señaló Claudia Heiss, jefa de la carrera de Ciencia Política en la Universidad de Chile.
Sin embargo, también "existe este optimismo que viene del proceso constituyente y un impulso por superar el neoliberalismo que yo creo que hoy día se ve con menos temor por los sectores incluso conservadores, porque hay una suerte de sentimiento antineoliberal en el mundo", agregó la académica.
Boric asume con una crisis de credibilidad en la política, un recorte del gasto público de 22,5%, una estimada desaceleración de la economía para este año, una gran migración irregular y un conflicto histórico de tierras no resuelto entre el Estado y el pueblo Mapuche.
Entre los invitados en el Congreso asistieron el presidente Alberto Fernández de Argentina, Pedro Castillo de Perú, el rey Felipe VI de España, así como las escritoras Gioconda Belli, de Nicaragua; y la 'best seller' chilena Isabel Allende, que integra la comitiva de Estados Unidos.
Demanda social y feminismo
El nuevo gobierno tendrá que dar respuesta a las demandas sociales por mejor salud, educación y jubilación, y reducir la desigualdad social, exigencias surgidas en el estallido social de octubre de 2019 que sacudió a un país que era considerado uno de los más estables de la región.
"Boric ha prometido diálogo para superar estos problemas y hay que ver si esta predisposición al diálogo se traduce en que la ciudadanía no se agote otra vez esperando soluciones", explicó Rodrigo Espinoza, académico de la Universidad Diego Portales.
Otro reto será aunar apoyos para la parte final del proceso constituyente que este año debe convocar un plebiscito para aprobar o rechazar una nueva Constitución para reemplazar a la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El nuevo presidente, que surgió de los movimientos estudiantiles que sacudieron Chile y fue uno de los líderes de la histórica rebelión de 2006, llega al poder con el desafío de emprender una serie de cambios que prometió en campaña.

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