Atenas, de Córdoba, descendió a la segunda categoría del básquetbol argentino. Sí, tal como se lee, aunque cueste creerlo. Cayó como visitante en el Polideportivo Roberto Pando ante San Lorenzo de Almagro por 73 a 62 en el quinto juego de la serie al mejor de cinco partidos, y el 2-3 lo condena a jugar la próxima temporada en la Liga Argentina. Un verdadero golpe para un gigante del deporte que vive su momento más oscuro, después de ser el máximo ganador de la historia de la Liga Nacional y el único club que había jugado siempre el torneo desde que se creó la competencia.
La imagen que estaba dejando el Griego en los últimos años ya no era la de ese equipo que conmovía a sus hinchas y también a los amantes de este deporte. La realidad de este club en la actualidad ya era otra. En las últimas cuatro temporadas había evitado el descenso en dos ocasiones, pero esta vez no pudo en el play-out por la permanencia ante el Ciclón. En el primer duelo, fue victoria aplastante como local para los de Boedo por 99-65. El segundo, en el mismo escenario, victoria del Cuervo por 90 a 81. La semana pasada en la Docta se disputaron el tercer y cuarto juego, en el que los cordobeses pudieron igualar la serie para ilusionarse con la permanencia con las victorias por 73 a 59, el pasado martes, y el ajustado 68 a 65, el último jueves.
Y en el quinto y definitivo punto de la serie, los dirigidos por Leandro Costa pudieron llevarse el partido que les permitió quedarse con la serie. De este modo, el Cuervo continúa en la máxima categoría, en la que es dueño de una historia mucho más breve, pero también muy exitosa y con cinco trofeos (2015-’16, 2016-’17, 2017-’18, 2018-’19 y 2020-’21) en sus vitrinas. En este tramo contemporáneo se convirtió en el único que logró un pentacampeonato, que lo puso entre los tres más ganadores, a la par de Peñarol, de Mar del Plata.
Pero, para Atenas, atrás quedaron las grandes conquistas. Hasta hoy, era el único equipo con asistencia perfecta en los 38 años de Liga, en la que logró nueve coronas (1987, 1988, 1990, 1991-’92, 1997-’98, 1998-’99, 2001-’02, 2002-’03 y 2008-’09). Hasta estuvo cerca de enfrentarse con el Chicago Bulls de Michael Jordan en París, en 1997. Además, grandes figuras vistieron la casaca de color verde y escribieron muchas de las páginas de la exitosa aventura en el básquetbol argentino. Algunos de ellos fueron Germán Filloy, Carlos Cerutti, Marcelo Milanesio, Héctor Campana, Fabricio Oberto, Diego Osella, Bruno Lábaque, entre otros.
Felipe Lábaque es el presidente de Atenas y fue quien se hizo cargo de este momento de la institución: “Soy el máximo responsable de esto”. La explicación de por qué se llegó a esta situación fue clara: “La comisión directiva decidió gastar gran parte de la plata del presupuesto en su estadio propio y no en un equipo de básquet. Además, había otra gran demanda que es de la cantidad de disciplinas que tiene la institución, en donde se planteó que no sea todo el dinero usado para el básquet y que sea para las demás disciplinas, fueron varias cosas que sucedieron.
Pero de todos modos dio a entender que no era algo pensado llegar hasta acá: “No me lo imaginé ni en mis peores pesadillas ver a Atenas jugando por no descender, pero cuando vos empezas a ver hay un por qué y nunca lo vimos en el plantel que no es para que haya llegado hasta a esta situación. Hasta nuestro entrenador Álvaro Castiñeira que asumió en febrero dijo que no entiende cómo el equipo por qué este plantel llegó hasta acá”.
Lo cierto es que el básquet en la Argentina es deficitario. Como la gran mayoría de los deportes de conjunto de este país. Hasta el rugby, que es amateur en los clubes, es deficitario. Aunque Labaque reconoció el apoyo que, al parecer no fue suficiente. “El apoyo que hemos tenido fue una satisfacción. Atenas tiene 46 sponsors y vivimos de eso. El club no tiene recursos genuinos, ellos se mantuvieron, no se cayó ninguno y a ninguno le importó el resultado deportivo”. Vale destacar que si en el deporte argentino no existe un apoyo estatal o gremial, la actividad tendría muy poco sustento, algo que sufrió Atenas y que lo condenó a descender.
Y el futuro de Atenas de Córdoba estará en la Liga Argentina, nombre que lleva la segunda categoría del básquetbol argentino. “Vamos a participar y vamos a armar un equipo para volver dentro de un año. La satisfacción que tengo es que vamos a poder hacerlo en nuestro estadio modelo, que vamos a inaugurar en estos días”, cerró Labaque. La nueva aventura está escrita y a Liga Nacional perdió al máximo exponente de su rica historia. Su ausencia realmente se sentirá.