A pesar de que la ley de alquileres sancionada en 2020 fue ya derogada por la actual gestión nacional, existen contratos que todavía se rigen bajo esa normativa y lo harán hasta que finalicen los acuerdos establecidos. De esta manera, no son pocos los inquilinos que se mantienen con el régimen anterior, aunque cada vez más cerca de tener que adaptarse a la desregulación.



En este contexto, los que todavía tienen vigente su acuerdo y afrontan un solo aumento anual, en noviembre tendrán un incremento del 227,13 %. De esta manera, quien pagaba $ 150.000 pasará a abonar una cuota mensual de alquiler de $ 490.000 aproximadamente.



El índice bajó cerca de diez puntos porcentuales respecto a la suba de octubre, que fue de casi el 238 %. Esto se debe al descenso en el índice de inflación, uno de los puntos que inciden en la elaboración del coeficiente para calcular el incremento.



Más allá de esta retracción en el índice, desde las asociaciones de inquilinos se mantienen en estado de alerta debido a las dificultades que afrontan al momento de pagar el alquiler. Si bien las inmobiliarias aseguran que el nivel de cumplimiento se ubica cerca del 97 %, lo cierto es que las familias deciden recortar muchos otros gastos, inclusive algunos de primera necesidad, para poder asegurarse el techo.



Con información de La República