Economía

Automotrices argentinas paran producción por huelga en Brasil

Crédito: 98218

La huelga de camioneros que tiene paralizado a Brasil desde hace nueve días ya está complicando a la industria automotriz argentina. Ayer, Renault tuvo que suspender la producción de vehículos en la planta de Córdoba por faltante de autopartes que llegan desde ese país. La medida se mantendrá hasta que se normalice la provisión de piezas. En ese establecimiento fabril se producen los modelos Kangoo, Sandero, Logan y Fluence. La medida afectó a unos 1.500 operarios de las áreas de soldadura, pintura y montaje.

 

"Habrá que esperar el abastecimiento normal de insumo para saber cuándo se puede retomar el funcionamiento normal de la planta", señalaron fuentes de la empresa en Córdoba.

 

Pero no es el único caso. Fuentes de Toyota Argentina adelantaron que hoy y mañana también suspenden la producción de la pick-up Hilux en la planta de Zárate por el mismo motivo. En Ford, en tanto, hoy deberán reducir el ritmo de fabricación por racionalización de piezas y, de no solucionarse inmediatamente el conflicto gremial en el país vecino, mañana suspenden totalmente la actividad en la planta de General Pacheco de donde salen los modelos Focus y Ranger. Mercedes-Benz también tiene previsto suspender la producción de buses, camiones, Sprinter y Vito a partir del lunes próximo. El resto de las terminales se mantienen expectantes. Según un relevamiento realizado por Ámbito Financiero en las distintas empresas, no tendrían inconvenientes hasta el viernes pero, si la huelga no llega a su fin, la semana próxima deberían parar la producción, aunque la decisión todavía no fue tomada como el caso de la automotriz alemana.

 

Si bien el conflicto en Brasil ayer comenzó a solucionarse (ver página 19), al no haber una conducción única, se dificultan las negociaciones. "El Gobierno arregla con unos, pero otros no respetan el acuerdo, entonces la actividad no se logra normalizar totalmente", señaló un ejecutivo de una automotriz argentina que mantiene contacto permanente con sus pares brasileños.

 

Según estimaron en una terminal local, si el conflicto concluyera hoy, se necesitarían 10 días para que la actividad se normalice por completo. Hay que tener en cuenta que ya hay varados miles de camiones en los pasos fronterizos de Corrientes y Misiones con Brasil. Por más que la medida se levante hoy, el cruce por los puestos de Aduana puede demorar un par de días para un tráfico normal. Eso no quiere decir que la producción en la Argentina se mantendría paralizada por ese lapso, sino que habría restricciones temporarias según el abastecimiento de piezas. El envío de autopartes brasileñas a la Argentina se realiza tanto por camión como por barco. El problema es que el flete marítimo también está afectado debido a que las piezas desde los proveedores hasta el puerto se trasladan en camiones. Por lo tanto, la parálisis en la importación de piezas es total. Por el momento, la medida no afecta el abastecimiento de vehículos terminados en el mercado local. El 60% de los 0 km que se venden en la Argentina se importan desde Brasil, pero hay suficiente stock en las concesionarias para cumplir, por el momento, con la demanda interna. Podría haber algún faltante de modelos puntuales por los que los compradores tendrían que esperar unos días más a lo convenido para hacerse de su vehículo. La contracara son las exportaciones argentinas que tienen al país vecino como principal destino. Los depósitos portuarios, en estos días, tendrán una ocupación mayor a lo habitual por la imposibilidad de ser embarcados con destino a Brasil.

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