La cadena Supermax modificó la manera de etiquetar los productos de verdulería. Desde la Asociación de Usuarios y Consumidores cuestionaron la maniobra.

La cadena de supermercados Supermax implementó un nuevo método para etiquetar las frutas y verduras que oculta el precio y el peso de los productos seleccionados por el cliente, quien recién se entera lo que debe pagar al llegar a la caja. Desde la Asociación de Usuarios y Consumidores explicaron que se trata de una maniobra "que no está dentro del marco legal".

Consumidores indignados acudieron a El Libertador para quejarse de la cuestionable forma que esta empresa empezó a utilizar recientemente para etiquetar sus productos de verdulería.

Según contaron, al momento de pesar los vegetales seleccionados en las góndolas, los trabajadores encargados de esa tarea pegan en las bolsas etiquetas en las que no figura ni el precio ni el peso y sólo se puede apreciar un código de barras y el nombre del producto. De esta manera, sólo es posible saber el monto a pagar al llegar a la caja, cuando el encargado del cobro escanea o escribe el código mencionado.

Esta situación llamó la atención de los clientes frecuentes, acostumbrados a etiquetas en las que se informaba el valor que debían abonar, e hizo sospechar que se trata de una artimañita para ocultar las constantes remarcaciones que sufren los vegetales.

Vale mencionar que métodos similares se utilizan en otros supermercados e hipermercados que dejaron de pesar los productos en el sector verdulería para hacerlo directamente en la caja.

Para conocer la veracidad de los reclamos, este medio se dirigió a la sucursal de Supermax ubicada sobre avenida Poncho Verde y corroboró la falta de precio y peso en las etiquetas, como se puede ver en las fotos que acompañan a esta nota.

Sobre esta situación, el titular de la asociación de Usuarios y Consumidores de Corrientes (AUC), Nelson Veas Oyarzo, comentó: "Todos los productos de un supermercado tienen que exhibir el precio y el peso, porque yo cuando voy a comprar tengo que saber qué es lo que estoy comprando. Ese precio que está en la góndola, tiene que estar reflejado en la bolsa".

Luego, aseguró que se trata de "una maniobra que no está dentro del marco legal, porque yo, como consumidor, tengo que saber el precio". Además, recomendó que los consumidores pidan "que no le pongan sólo el código", e instó a que utilicen el libro de quejas de ser necesario.

"La gimnasia que nos falta como ciudadanos es pedir el libro de quejas y dejar asentada la queja allí. Cualquier negocio, el que sea, tiene la obligación de tener un libro o cuaderno de reclamos, sugerencias o denuncias. Ahí hay que dejar asentado por escrito lo que pasó, con firma, número de documento y, si es posible, el celular, para que quede como prueba", concluyó.