La dupla técnica Baroni - Fabro tiene la ventaja de que conoce a la mayoría de los jugadores, pero corre en desventaja y para visitar a Sarmiento no tendrá a dos titulares.

“Sabemos que no va a ser fácil”, fue una de las expresiones de Leonardo Baroni el día que asumió la conducción del plantel de Boca Unidos junto a Martín Fabro, y sus razones tiene el exlateral del “aurirrojo” ahora convertido en director técnico. Es que en pocos días tiene que poner un equipo en cancha y para ello no contará con Gonzalo Ríos, Santiago López Demarchi y Nicolás Monje, los dos primeros afectados a distintas lesiones, y el último deberá cumplir con la sanción al haber sido expulsado en el juego de la fecha pasada ante Gimnasia y Tiro.

Quizás no sea el mejor momento para Baroni y Fabro de asumir tal responsabilidad, pero ambos se muestran decididos a la hora de afrontar el compromiso. Son consientes de que a las tres bajas antes mencionadas se suman las de Martín Peralta y Lautaro Larrazábal, quienes están en pleno proceso de recuperación tras haber pasado por el quirófano, y todos son nombres importantes en un plantel bastante acotado en cuanto a jugadores de experiencia en la categoría.

Entonces, pensando en reemplazos, los posibles son todos de la casa: para cubrir la ausencia de Ríos aparecen los nombres de Ignacio Valsangiacomo y Agustín Braure, aunque también se mueven por el frente de ataque Alejandro Ramírez y un relegado Leonel Niz, que puede aprovechar el cambio en la dirección técnica para volver a estar en la consideración.

Braure y Ramírez ya fueron algunas de las opciones que barajó el exentrenador de Boca Unidos, Alfredo Grelak, en los últimos tiempos, cuando debió buscar recambios para Ríos o Antonio Medina. A estos nombres se le puede sumar el de Williams Navarro, que también vino sumando minutos en el actual torneo.

De allí no saldría la variante que buscarían Baroni y Fabro para cubrir la ausencia del experimentado delantero chaqueño.

En el lateral derecho, lo más probable es que Sebastián Luna retroceda unos metros, deje la mitad de cancha para ubicarse como marcador lateral por la derecha para ocupar la vacante que dejó Monje. También se puede pensar en Matías Espíndola, un jugador que no estuvo dentro de la consideración del extécnico, y que sólo recurrió a él para armar el equipo que de emergencia tuvo que presentar ante Sportivo Las Parejas a raíz del número importante de afectados por el coronavirus. Ahora habría que ver a quién posicionan la dupla técnica en la mitad de cancha, en el caso de que Luna baje a la defensa.

Las lesiones y el hecho de que cuenten con un plantel reducido, si hablamos de rodaje en la categoría porque Boca Unidos tiene muchos jugadores pero por ahora son proyectos que están compitiendo en el torneo local, hace bastante complicada la labor de Baroni y Fabro, que miran con optimismo los cuatro refuerzos que podrán llegar en la ventaja que se abre en esta primera semana de julio.

Por ahora no se conocen nombres de posibles refuerzos y cuáles serían los puestos que la dupla técnica considera que hay que reforzar, mientras hay que trabajar y prepararse para lo que se viene, tres compromisos importantes, todos ante rivales, que como Boca Unidos, también sueñan con estar en la conversación por el ascenso.
Este sábado tendrá que trasladarse a Resistencia para enfrentar desde las 15:30 a Sarmiento en el estadio “Centenario”. Luego, casi sin tiempo para el descanso, deberá preparar los bolsos para trasladarse a San Francisco (Córdoba), donde el miércoles lo esperará Sportivo Belgrano y a su regreso, unos días después estará recibiendo en el “Leoncio Benítez” a los entrerrianos de Defensores de Pronunciamiento.