Cali, colgado por el Consejo, podría dejar el club e irse al exterior. Fuera de la Copa, busca paz en otro equipo.
La mecha se encendió el lunes en la previa de la revancha con Corinthians, en medio de un reclamo del plantel por premios atrasados y con la amenaza latente de no concentrarse la noche anterior al partido más importante de Boca en el semestre. Pero la bomba terminó de explotar el sábado, en el Bajo Flores, donde la guerra entre los jugadores y el Consejo de Fútbol quedó más expuesta que nunca, a la vista de todo el mundo, con Carlos Izquierdoz marginado de la formación titular, un festejo de gol polémico que dejó en evidencia la interna que se vive en Ezeiza y una actuación individual y colectiva que no estuvo, para nada, a la altura de las circunstancias.
¿Qué le faltaba a esa historia, entonces, para desnudar por completo la batalla entre el plantel y el Consejo? Las bombas en Instagram del hermano de Darío Benedetto contra Riquelme y la posibilidad concreta de que Izquierdoz deje el club ahora mismo, en este mercado de pases, cansado de los destratos de JR y compañía y frustrado, además, por la eliminación copera con Corinthians y su sorpresiva salida del equipo.
El tremendo abrazo que le dio Marcos Rojo a Cali segundos después de su gol en el Pedro Bidegain (luego el Ciclón lo ganó 2-1) no fue casualidad. Aunque no son amigos fuera del club, el ex United sabía muy bien el momento que atravesaba el capitán y no dudó en celebrar su tanto con su compañero de zaga, sentado insólitamente en el banco, tras ser a todas luces uno de los puntos más altos del Xeneize a lo largo del ciclo Battaglia. El lunes, Izquierdoz había llevado la voz cantante en la famosa reunión entre los referentes y el Consejo.
Ahí, el zaguero de 33 años les hizo saber a Jorge Bermúdez y Raúl Cascini (no estuvo Riquelme, según pudo averiguar Olé) el descontento de los jugadores por el pago atrasado de los premios del 2022. Un acuerdo que habría sido sellado de palabra en diciembre del 2021, durante el viaje de Boca a Arabia, y que no se habría cumplido en tiempo y forma. La discusión fue tomando temperatura y Cali quedó apuntado por el Consejo y por Román como el cabecilla de un reclamo “inoportuno”.
Cuatro días después, con Boca ya eliminado de la Copa con Izquierdoz en cancha, Hugo Ibarra le comunicó al ex Lanús y Santos Laguna que no sería de la partida en el clásico con San Lorenzo. ¿Decisión futbolística? No pareciera...
Lo cierto es que el defensor quedó recaliente con su salida de los 11 y por eso comenzó a analizar seriamente la posibilidad de abandonar el club. El 27/6 pasado, hace exactamente dos semanas, había llegado a un acuerdo con Boca para mejorar su contrato y tanto él como el club habían decidido no ejecutar la cláusula de rescisión unilateral a mitad de año. Sin embargo, no hubo renovación...
Cali dejó siempre atado su futuro a las posibilidades de Boca en la Copa y en más de una oportunidad señaló que su principal incentivo para seguir en el club era justamente el sueño como hincha de ganar Libertadores. El escenario, claro, cambió por completo: Boca quedó eliminado, él fue apartado del equipo y su futuro, ahora, podría estar en el exterior. ¿México? Allí vivió cuatro años, es ídolo de Santos y su familia disfrutó mucho de sus días en Torreón.
La guerra en Boca no tiene fin. ¿Será Cali la primera víctima?