Con el objetivo de cuidar el medio ambiente, se impulsa la elaboración de Botellas de Amor. La misma se trata de una iniciativa ecológica para reducir la contaminación ambiental, convirtiendo residuos plásticos en madera plástica.
A través de las redes sociales, el equipo de la Coalición Cívica Corrientes, anunció que están preparando un envío de casi 7 toneladas.
A partir de ellos volvieron a generar conciencia y a invitar a sumarse, recordando que los plásticos de un solo uso tardan más de 500 años en desaparecer, en vez de desecharlos.
«Una vez que las llenás, acercalas a nuestros puntos de acopio. Buscá el más cercano a tu casa en el link: cuquicalvano.com/botelladeamor», difunden.
Desde su página web informan la propuesta que promueven desde hace varios años: consiste en armar Botellas de Amor, que son botellas PET rellenas de plásticos limpios y secos, bien comprimidos. «Una vez que las tengas completas, acercalas al punto más cercano a tu casa, para que las retiremos y enviemos a una fundación que las convertirá en madera plástica».
En este sentido, destacan que son punto oficial de la Fundación Nacional Botellas de Amor y todo lo que recolectan, lo envían a Buenos Aires, para que su destino final sea la transformación en madera plástica que después se podrá destinar a comedores, merenderos o espacios públicos en la ciudad.
Vale destacar que, en diciembre de 2020 realizaron el primer envío con una tonelada de plástico a la fundación.
CÓMO HACERLO
Todos pueden hacerlo, es muy sencillo: con una botella PET como recipiente, consiste en llenarla con bolsas, paquetes, envoltorios, cubiertos de plásticos, mezcladores de café, sachets, etcétera. Es importante que todo el plástico esté limpio y bien compactado dentro de la botella.
No se puede colocar: papel, telgopor, guantes de látex, globos, metal, cartón, esponjas de cocina, telas, vinilos, radiografías o aluminio.
Como dato de referencia: una botella de litro y medio puede pesar 500 gramos aproximadamente.
FUNDACIÓN
La fundación argentina Botellas de Amor es una organización sin fines de lucro establecida en Bernal, que se dedica al desarrollo sostenible y mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades. Allí se transforman residuos plásticos en madera.
El proyecto se completa con otros dos objetivos: educación ambiental en las escuelas y creación de puestos de trabajo para recicladores.
Una vez dentro de la fábrica, las botellas llegan a mano de los recicladores, quienes las abren para separar el envase de PET -que volverá a convertirse en botella- y el resto de los residuos plásticos: paquetes de galletitas, snacks y fideos; cepillos de dientes; máquinas de afeitar sin el cabezal, etcétera.
El siguiente paso es clasificar ese contenido, separarlo y someterlo a un proceso que convierte al plástico en una especie de papel picado. Esa mezcla pasa por una extrusora que la calienta hasta volverla maleable, como si se tratara de una inmensa masa de plastilina.
Por último, el material se inyecta en moldes de hierro que son enfriados en una pileta y le dan forma de machimbres, listones de distintas medidas y postes.
En la carpintería se realizan las terminaciones que permitirán usar esa madera plástica -más resistente a la corrosión, a la humedad y a las plagas que la real- para construir muebles, maceteros y juegos de plaza para niños. También en tablones como los que se usaron para renovar el piso del Puente de la Mujer, en Puerto Madero, y en otros mobiliarios urbanos adquiridos a través de un convenio de intercambio con la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad.
En toda la ciudad, 18 puntos para reciclar
En la ciudad, se inauguró el Punto Verde Nº 18 de la ciudad ubicado en avenida Sarmiento 2.501.
En este sentido, desde la gestión liderada por Tassano, una vez más se destacó que el programa municipal registra un gran crecimiento constante en la participación de los vecinos y, además, este trabajo articulado permite avanzar en la construcción de Corrientes como ciudad sustentable.
Por otro lado, se implementa las bicis sustentables ubicadas en el parque Mitre, Camba Cuá y en el barrio San Gerónimo que funcionan de forma lúdica para triturar plástico y achicar el impacto.
Los puntos verdes que funcionan hasta ahora se encuentran en los parques Mitre (Alvear y Pilú Gómez) y Cambá Cuá (9 de Julio al 400); las plazas Torrent (Belgrano y Catamarca), Libertad (Yrigoyen y Perú), Vera (pasaje Agustín González) y en la plazoleta Evita (avenidas Sarmiento y Maipú).
También en los barrios Mil Viviendas (Pedro Crespo y Cosquín), Pirayuí (avenida Cuba entre Ojeda y Barrios), Laguna Seca (Larrea entre Las Piedras y Resoagli), San Martín (Pío XII y Dr Carrillo), San Gerónimo (avenida Laprida y Caracas). Además, en la plazoleta Belgrano (avenida 3 de Abril entre Pago Largo y Lavalle) y en la plaza del barrio San José (Pasaje Manuel Acevedo y Gascón).
Los dos últimos fueron puestos en el predio de la delegación municipal Madariaga, ubicado en la zona del ex hipódromo de la ciudad, y en el barrio Santa Catalina.