La Unión Europea intenta gesticular para no aparecer ajena a un proceso de negociaciones que afecta directamente a todo el continente y del que ha sido excluido por Estados Unidos. Esa es la principal razón para la multiplicación de reuniones ordinarias y extraordinarias del Consejo Europeo, o de la «alianza de voluntades» que se organiza a través de estos encuentros asimétricos, sobre todo en París y Londres, que se han sucedido en las últimas semanas en al menos seis ocasiones y en los que no está presente Estados Unidos.David Blagden , profesor de seguridad internacional en la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, advierte de que «en las capitales europeas y en Londres hay una sensación de alarma sobre lo que pueda discutirse respecto a la seguridad del continente y de toda la región», puesto que «descubrir que Estados Unidos les ha puesto en apuros por intentar llevar a cabo algún tipo de misión de mantenimiento de la paz en Ucrania o donde sea sin su acuerdo sería un posible desenlace muy negativo para las capitales europeas», afirmó en declaraciones que recogió la agencia Reuters.La UE tiene en estos momentos ciertas limitaciones para utilizar sus propios mecanismos institucionales porque estos se tienen que regir forzosamente por sus reglas legales y la más incómoda en estos momentos es que todas las decisiones en política exterior se han de regir por la regla de la unanimidad . Aun así, en los dos últimos Consejos Europeos que se han celebrado este mes en Bruselas los gobiernos han tenido que aprobar la declaración política sobre Ucrania a 26 ante la falta de voluntad del Gobierno húngaro para apoyarla. El presidente del Consejo Europeo, António Costa , ha tratado de restar importancia al señalar que en realidad «no significa que la UE esté dividida, sino que hay un país que se encuentra aislado», pero en los hechos los responsables comunitarios siguen buscando soluciones para asegurar el próximo paquete de sanciones contra Rusia , que también debe ser aprobado obligatoriamente por unanimidad.Noticia Relacionada estandar Si La cumbre de París refleja la división europea y solo enviará una misión de adiestramiento a Ucrania Juan Pedro Quiñonero | Corresponsal en París Zelenski, presente en la cumbre en París, reclama la presencia de soldados europeos en su paísLa presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen , que ha asistido a todas las reuniones sobre la defensa de Ucrania, en Bruselas, en Londres o a la última este jueves en París , declaró a la salida que «esta cuarta reunión en Ucrania fue otra demostración de la unidad europea. Hacer de las Fuerzas Armadas de Ucrania la mejor garantía de seguridad para defender su país. Hoy y en el largo plazo», y terminó con un reconocimiento implícito de que es urgente seguir reforzando la defensa europea: «Para lograr la paz, Ucrania debe ser fuerte, Europa debe ser fuerte».Por ahora Gran Bretaña y Francia ya han manifestado su posible disposición a contribuir a una fuerza de mantenimiento de la paz en Ucrania, una necesidad estimada de 100.000 soldados, pero no han encontrado apoyos en otros países. Unos, como Polonia, que han reforzado de modo sobresaliente sus fuerzas armadas, no desean dejar desprotegido su propio territorio, que limita con Rusia (en el enclave de Kaliningrado) y Bielorrusia, que es el principal aliado del dictador ruso, Vladímir Putin . España e Italia acumulan una deuda colosal y piden que les llegue dinero europeo para mejorar la operatividad de sus ejércitos. El principal problema para unos y otros es que si Estados Unidos deja de apoyar a los europeos que se desplegasen en Ucrania y no respeta el artículo 5 de la carta de la OTAN, que considera que un ataque a uno de los aliados es un ataque a toda la Alianza, esas tropas servirían de poco. Armida van Rij , jefa del programa para Europa de Chatham House de Londres, ha dicho que si esas tropas no estuvieran protegidas «el efecto disuasorio desaparece. Sabemos que Rusia tiende a romper acuerdos. Por lo tanto, es muy probable que Rusia incumpla los términos de cualquier alto el fuego o acuerdo de paz que pueda surgir... y entonces la pregunta es ¿y qué hacen entonces los europeos en respuesta si la situación podría dejarlos en una confrontación directa con Rusia, pero sin apoyo americano, lo que es una idea aterradora».El dilema que afrontan los europeos es que si denuncian en voz alta los abusos de la Administración Trump como harían en cualquier otro caso estarían rompiendo los pocos hilos que aún sostienen la relación transatlántica. La italiana Giorgia Meloni , que se niega a enviar tropas a Ucrania como fuerza de paz, en Paris ha pedido directamente que en la próxima reunión se invite a un representante estadounidense, para tratar de recomponer la situación.