Policiales

Cadena perpetua a los asesinos de un prefecto que prestaba servicio en Santo Tomé

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La Justicia Federal condenó a dos hombres a prisión perpetua por haber acribillado al prefecto Luis Alves Teixeira a quien le dispararon en la cabeza para robare el arma mientras realizaba un patrullaje en el barrio porteño de Barracas, en 2014.



Alves Teixeira era misionero, pero hasta días antes de su asesinato había prestado servicios en la localidad correntina de Santo Tomé, donde residía su familia.



Fuentes de Prefectura Naval Argentina informaron s que los imputados por el crimen Santiago Daniel Chávez y Aldo Joaquín Acosta fueron encontrados penalmente responsables por el homicidio agravado criminis causa del uniformado (matar para ocultar otro delito), y deberán cumplir la condena en un reclusorio de la provincia de Buenos Aires.



Los condenados habían estado siete meses prófugos tras el crimen. Chávez fue apresado en Brasil cuando fue descubierto en un asalto y luego fue extraditado. Su cómplice, Aldo Joaquín Acosta , luego de la detención de su compañero, quien también se había fugado al país limítrofe, regresó a Argentina y pactó su entrega en Tribunales con el juez de primera instancia a cargo de la causa, Hernán Martín López, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción 1.

 

El crimen fue el 3 de noviembre de 2014 en la esquina de las calles Herrera y Río Cuarto, en el barrio porteño Barracas, donde existía un puesto de vigilancia. Cerca de las 21, el uniformado estaba parado en la esquina cuando se acercó a sus espaldas un Volkswagen Gol.

 

Un hombre que tenía puesta una gorra de color claro descendió del vehículo caminó sigilosamente y antes que Alves Teixeira lo advirtiera, sacó un arma y le disparó en la nuca.

 

Cuando el efectivo cayó, el homicida le quitó su arma reglamentaria, una Beretta 9 milímetros, subió al vehículo y se alejó del lugar. Todo quedó registrado en una cámara de seguridad.

 

Luego del asesinato se descubrió que el auto que usaron los criminales fue robado en Avellaneda. Los investigadores dieron con los ladrones del vehículo lo que dio lugar a tareas de inteligencia en las que se obtuvieron testimonios que delataron a Chávez y a Acosta como los supuestos autores materiales del crimen.

 

Los mismos sospechosos habían reconocido la autoría del hecho según las telefónicas realizadas por orden del juez de la causa, y además habían contado cómo llevaron a cabo unas serie de asaltos con el arma que habían robado al prefecto.

 

Pese a la cantidad de pruebas había sido imposible apresar a los sospechosos ya que se fugaron de sus domicilios. Chávez vivía en la localidad bonaerense de Sarandí, cerca de donde habían robado el auto que usaron el día del crimen. Acosta estaba domiciliado en Barracas, a ocho cuadras del lugar del crimen.

 

Cuando se anoticiaron que los buscaban, ambos viajaron al Brasil y se radicaron en San Pablo, Chavez fue apresado en junio de 2015 bajo los cargos de robo y extorsión.

 

Tras el arresto de su compañero, Acosta, quien también se encontraba prófugo en Brasil regresó a Buenos Aires y se entregó.

 

Este lunes 29 de mayo ambos fueron condenados a prisión perpetua.

 

El ayudante de segunda Luis Alves Teixeira era misionero, tenía 45 años y era padre de cuatro jóvenes que actualmente tienen 10, 20, 21 y 18 años.

 

Nació en el Paraje Cabureí a 15 kilómetros de la localidad de Andresito en el extremo este de la Tierra Colorada.

 

Ingresó en 1994 a la Prefectura pero tras egresar fue destinado a cumplir servicio en su provincia de origen hasta 2008 cuando fue enviado a trabajar a la localidad correntina de Santo Tomé.

 

En 2014 recibió la orden de presentarse en la Ciudad de Buenos Aires para reforzar las actividades del plan de seguridad “Cinturón Sur” en el barrio porteño de Barracas donde llegó el 30 de octubre, seis días antes de caer abatido.

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