Nuestro cerebro no cuestiona lo que pensamos o creemos, tampoco opina ni juzga sobre la manera en que sentimos sobre lo que nos decimos o cómo nos lo decimos; por el contrario, “todo” eso lo considera una verdad incuestionable.
Saber además que, nuestro cerebro está diseñado y programado para ir hacia donde nosotros colocamos nuestra atención, en este punto cabe la pregunta ¿Dónde colocas tu foco, en qué te estás enfocando?
¡No hay nada malo que no traiga algo bueno!
Es así que sí se quiere llevar una vida con más esperanza, llena de ilusiones, un mundo de oportunidades en el que valga la pena vivir, es fundamental colocar el foco en el lado positivo de las cosas; dicho de otro modo, poder descubrir lo perfecto dentro de lo imperfecto, lo bueno dentro de lo malo.
Esto no quiere decir que se niegue los hechos que ocurren a nuestro alrededor, cuando estos sean difíciles, duros, adversos, negativos ¡no!, más bien invitan a comprender que se está transitando entre dos comas, entre un mientras tanto, circunstancias que convocan a ejercitar la habilidad de abrir la mente, intentando leer los hechos con nuevas perspectivas, descubrir significados nuevos, reinterpretar esas realidades, explorarlas y crear opciones y posibilidades, aunque sean desde el dolor.
Muchas veces el dolor es un maestro que nos convierte en mejores versiones.
Ahora bien, la pregunta acá es: ¿cómo ver el lado positivo en las injusticias, desgracias, muertes, enfermedades, traiciones? Todas ellas, situaciones que con frecuencia y regularidad entristecen, angustian, enojan, aterrorizan etc.
Poder ver el lado positivo de los hechos, generalmente conlleva un trabajo profundo y comprometido de desarrollo personal, ahondando en una importante capacidad de reflexión interior; esto no se logra de la noche a la mañana, amerita muchas veces acompañamiento profesional y entrenamiento, mucha presencia y consciencia, voluntad, de modo de aprender a leer entre líneas y concluir con acierto.
Nada es absoluto en esta vida, las cosas no son ni blanco, ni negro, ni todo o nada, ni bueno o ni malo, existen puntos medios. Por eso nuestro foco y enfoque, creencias, pensamientos, juicios maestros, diálogos interiores son creadores de nuestra realidad y estados emocionales.
Algunas sugerencias que contribuyen a una buena vida:
Enfócate en lo positivo, ten pensamientos positivos y sinceros. Ten presente que hay opciones. Practica la gratitud diariamente. Busca momentos para la alegría, la diversión, la amistad, la relajación, la amabilidad y la gratitud. Rodéate de gente entusiasta, personas que aporten bienestar. Establece metas pequeñas, claras y alcanzables. Esfuérzate en las cosas que crees que son importantes. Aprende de la experiencia. Se coherente y autentico. Practica el orden, autocuidado y pulcritud. Descansa. Haz ejercicio. Vive con paz, etc.
La columna de hoy es corta pero profunda, la misma trae información con conocimientos que para muchos pueden no ser novedosos, ese no es el punto.
El punto central es la tarea para el hogar que les dejo al finalizar esta nota.
Tarea: Luego de leer a continuación las siguientes preguntas, descubre y concluye tus respuestas, por medio de tu propia experiencia existencial.
¿Estás conforme, satisfecho con las circunstancias y realidades que conforman tu mundo? Sea tu respuesta sí o no, argumenta y explica tus porque.
¿Cuáles son esas realidades? Menciónalas, defínelas.
¿Que te gustaría modificar o cambiar en tu manera de pensar, en esas creencias que definen tus acciones de hoy, en las decisiones que tomas y están dándote ese rumbo?
Hablando de cambios que dependan de vos: ¿Que contribuiría para direccionar tu vida y la misma se convierta en la vida que sueñas o esperas tener? Expresa y menciona en detalles.
¡La vida es lo que hacemos de ella!
Te mando un beso inmenso TG.
IG Tona Galvaliz. FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación- Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.