Sociedad

Canecin: Un pueblo que tiene memoria no repite los errores del pasado

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Destacó el Obispo diocesano Adolfo Ramón Canecin en el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia y,  envió  a la feligresía diocesana atraves de los párrocos y medios de comunicación un mensaje de  la Conferencia Episcopal Argentina.  Animan  “a los argentinos a buscar siempre la verdad y la justicia, y convocó a reafirmar “el propósito colectivo del Nunca Más”.

 

Un mensaje de la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina,  expresa el  compromiso con la defensa de los Derechos Humanos, con la consolidación del Estado de Derecho, “la convivencia democrática y nuestros esfuerzos para contribuir al camino de la memoria, la verdad y la justicia”.

 

“Un pueblo que tiene memoria no repite los errores del pasado; en cambio, afronta con confianza los retos del presente y del futuro. La memoria salva el alma de un pueblo” 

 

Hemos experimentado, como pueblo, que los derechos humanos deben estar siempre en el centro de todas las decisiones, que la igual dignidad de todos debe ser reconocida, respetada, protegida y promovida en todas las circunstancias y que la violencia no es la solución para nuestra sociedad fragmentada, sino el diálogo y el respeto en la búsqueda de la equidad, de la cultura del encuentro, del bien de todos, especialmente de nuestros hermanos más empobrecidos.

 

Nadie debe ser descartable, el reconocimiento del valor de la vida, de la dignidad y de los derechos inalienables de la persona constituye la base indispensable de toda convivencia humana y del destino feliz de un pueblo.

 

El próximo mes de abril, celebraremos en la ciudad de La Rioja, la beatificación y el reconocimiento del martirio de monseñor Enrique Angelelli, los padres Carlos Murias y Gabriel Longueville, y el laico Wenceslao Pedernera, víctimas del periodo más oscuro de nuestra historia. Que su ejemplo y su muerte, nos impulse a buscar siempre la verdad, apasionarnos por la justicia, trabajar por la paz y por la vida, con la certeza de que el mal y la muerte nunca tienen la última palabra, reafirmando junto al resto de la sociedad argentina el propósito colectivo del Nunca Más.

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