“Los clientes compran lo justo y necesario. Hay que tener en cuenta que hoy un kilo de pulpa oscila los 500 pesos", explicó Carasso, comercinate capitalino.
Las carnicerías correntinas, como la mayoría de los comercios, siente en rigor la crisis económica que afecta al país producto del desequilibrio causado por la extensa cuarentena.
En diálogo con época, el carnicero Daniel Carasso mencionó que “el contexto actual está muy difícil, nosotros que tenemos un comercio céntrico estamos vendiendo un 60% de lo que comercializábamos antes de que comience la pandemia”.
“Los clientes compran lo justo y necesario. Hay que tener en cuenta que hoy un kilo de pulpa oscila los 500 pesos. Los cortes más económicos como: aguja, paleta, falda y el osobuco tienen mayor demanda y eso es porque el consumidor quiere hacer rendir su dinero”, añadió.
En esa línea, Carasso, remarcó que “hay una tendencia alcista en la carne que tampoco favorece el mayor consumo. En lo que va de noviembre, hubo un incremento del 15%”.
Por último, el comerciante cárnico insistió en que “esperamos que las Fiestas de Fin de Año nos permitan cerrar de la mejor manera un año que para todos será muy difícil de olvidar”.
¿Creció el consumo de pollo?
En Argentina, se consumen unos 100 kilos anuales per cápita de carne, entre pollo y cortes vacunos, a los que se suman unos 17 kilos de cerdo y 2 kilos de ovino.
El alto precio de la carne vacuna y la difusión de que el pollo es más sano influyeron en el logro de este récord, indicaron fuentes del sector. Hasta hace pocos años, había una diferencia de 30 kilos entre las dos carnes, que se fue achicando hasta unificarse.
Al respecto, Carasso fue muy claro al indicar que “a nivel local, el consumo de carne vacuna representa un 70%, un 15% de pollo y el 15% restante de cerdo”.