Tema ausente en los debates, Fesprosa y UNICEF piden por ella.
La Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa), publica ayer en su boletín, una carta a los candidatos en relación a la salud, que puede leerse en http://www.fesprosa.com.ar/
En esa carta afirman que la situación de salud de la población sigue muy mala, debido a la baja inversión estatal, solo el 30 % del gasto total viene de fondos públicos nacionales, provinciales y municipales, en tanto que la población debe sacar del bolsillo 40 % del gasto total.
Afirman que las camas públicas son muchas menos que las que había en 1954, cuando el ministro Carrillo dejó el gobierno por discrepancias, con una población que se ha triplicado, y que los planes Remediar y Nacer – Sumar han sido inútiles, que 25 % de los cargos de residencias médicas quedan sin cubrir, en tanto que en las distintas provincias la precarización laboral oscila entre el 30 % y el 80 % del personal de salud, con salarios en algunos casos por debajo del nivel de pobreza, lo cual parecería el caso del personal de becarios y contratados que protestaban en el Pediátrico.
Solicitan asimismo la prohibición del uso de glifosato y la mega minería por los daños a la salud, que se encontrarían más que probados, y finalmente que se establezca una carrera sanitaria nacional, que el gasto estatal en salud aumente al 4 % del PBI, es decir casi duplicando el actual, que no se use para tercerizar servicios, y que no se tomen más créditos internacionales para financiar programas de salud.
Fesprosa representa esencialmente a los profesionales de salud, sobre todo médicos, que no logran insertarse exitosamente en la medicina privada, sea por plétora, sea porque carecen de las habilidades necesarias para el ejercicio privado que la carrera no enseña, tales como marketing en salud, u otras razones, y demandan que sea el estado quien los mantenga, el estado nacional más precisamente, que es el que paga mejores sueldos porque tiene más recursos, pedido que me parece lógico, porque la mayoría de estos profesionales son formados gratuitamente con fondos públicos, que son asignados por funcionarios que saben perfectamente que hay excesos, pero deben responder a expectativas de la población de que sus hijos tengan un título para ganarse la vida, primum movens de las universidades argentinas, poco motivadas en ganar premios Nobel sobre cosas que a pocos interesan, tales como los neutrinos, o los mecanismos de reparación del ADN. La expansión territorial, con tintes electoralistas, parece prioritaria, y por eso la UNNE tiene extensiones áulicas a cientos de Km, y la UNCAUS instalará las suyas en el gran Resistencia, en tanto que otras solo se expanden en busca de nuevos clientes.
En Holanda, donde se hace algo similar, por las mismas razones, los médicos en exceso son derivados al seguro de desempleo hasta que se liberen plazas en alguna ciudad, puesto que allí se limita el número de médicos y equipos que pueden ejercer en cada ciudad, al saberse el riesgo iatrogénico que haría correr a la población un exceso de profesionales y equipos.
La creación de Fesprosa obedece a que los colegios profesionales se han progresivamente dedicado a la gestión de la medicina privada, sin mayor interés por los colegas asalariados, el caso de su filial Chaco, la APTSACH, en conflicto latente con otro movimiento gremial solo para médicos, y ya alejado del gremio de empleados públicos.
Algunos de los datos y razonamientos de Fesprosa me parecen cuestionables, por ej., el gasto de las obras sociales es 30 % del gasto total, y si se suma al gasto de las tesorerías estatales llevaría el gasto público al 60 %, aunque esto depende de cómo se considere el gasto de las obras sociales, que al ser obligatorias para el asalariado, deberían considerarse un impuesto más, regresivo, pero de todas maneras público. De todos modos el gasto directo de la población es alto.
El caso del Garrahan cuyo presupuesto es similar al de la provincia del Chaco, para una cantidad de personal que es solo la quinta parte, muestra lo que puede conseguirse con personal bien remunerado, totalmente profesionalizado, y en cantidad razonable
El nuevo hospital Favaloro inaugurado ayer tiene en la fachada, bajo el nombre del médico, la sigla SAMIC, (Sistema de Atención Médica Integral para la Comunidad) es decir que será autónomo como el Garrahan, bajo esta legislación de la época de Ongania, y por consiguiente habrá que pensar que tendrá un tratamiento presupuestario distinto al del resto de los hospitales de la provincia de Buenos Aires. El único SAMIC que se creó en el NEA en esas épocas ya fue eliminado, supongo en parte por los riesgos que implica un hospital que funciona en parte en base a cobros a los pacientes, con la eventual discriminación que puede suponer hacia los pobres, que consumen y no aportan, aunque ha resurgido de otras maneras, como cooperadoras, hospitales de autogestión, etc., y que incluyen pagos directos.
La inutilidad de los planes Remediar y Nacer- Sumar no es compartida por los funcionarios públicos, que dicen son muy exitosos, aunque nadie tiene cifras convincentes y creíbles, así que diría en ambos casos son más bien opiniones de partes interesadas, o simples datos de cobertura de los programas, sin datos de eficacia y efectividad, que de todos modos seria complejo medir por la multiplicidad de causas.
En cuanto a las residencias, las plazas que quedan vacantes son las de especialidades que no rinden, como medicina general, pediatría, o clínica. Las de medicina estética por el contrario están saturadas porque son las más lucrativas, y eso también me parece lógico, porque el deseo de ganar dinero y prestigio está muy difundido, pese a exhortaciones papales de que la vida es servicio al prójimo sin pensar en lucro.
Una carrera nacional del personal no sería posible sin nacionalizar el sistema de salud, cosa que no está en el programa de ninguno de los candidatos, salvo el FIT que menciona a Cuba como ejemplo a seguir en educación y salud, y no tomar préstamos internacionales, tipo BM o BID, lo que es una tentación difícil de resistir para cualquier gobierno, pues siempre que aconsejé no tomarlos, por el problema de la devolución, se me respondió que eso sería problema del siguiente gobierno, por los plazos de gracia.
Se acaba de tomar un crédito del BM por 437 millones de dólares en 5 años, para enfermedades crónicas no transmisibles, y ese monto representa menos del 1 por mil del gasto nacional en salud, de modo que cabría preguntarse si vale la pena, aunque la contrapartida es pensar de que vivirán los funcionarios del BM cuyos salarios salen, como todo banco, de los intereses de los préstamos.
Los daños a la salud del glifosato y la mega minería son también cuestionables, por una parte los candidatos de todos los partidos dicen que son inexistentes, ver http://www.agrovoz.com.ar/actualidad/anibal-fernandez-los-agroquimicos-no-tienen-nada-de-malo, y los estudios universitarios tienen poca credibilidad por errores metodológicos groseros, ya que son hechos en general por militantes, al no querer los investigadores formados en estudios que serán objetados, a veces violentamente, por creyentes, y objetados con igual énfasis por los gobernantes, cuyas finanzas dependen de impuestos vinculados a su uso.
También ayer UNICEF ha difundido doce puntos que solicita a los partidos sean incorporados a sus plataformas, que por ahora solo mencionan la salud en forma genérica, y destacan que la mortalidad infantil es aún doble en las provincias pobres con respecto a las más ricas, y San Luis, que siempre es un caso aparte, incluyendo la política nacional, pues es el único partido provincial con candidato a presidente. Asimismo recuerda que la tasa de mortalidad materna es muy alta, 3 veces más que la meta comprometida para 2015, ver http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-283374-2015-10-08.html con diferencias enormes entre la ciudad de Buenos Aires, y el interior de las provincias del Norte según he descripto en notas anteriores, ver http://datachaco.com/noticias/view/41975 y .
Cabe señalar que en el debate presidencial el candidato del FIT mencionó el dato de 300 muertes año por aborto, lo que es un error, 300 son las muertes maternas por todas las causas, por aborto solo la tercera parte, aunque también es de destacar que fue el único candidato que respondió a esta pregunta, que los otros cuatro esquivaron y el ausente también por razones obvias, y además porque su programa de aumentar la natalidad mediante reproducción asistida es uno de su ejes de campaña.
En suma, como toda argumentación política, basada en ver el vaso medio vacío, o medio lleno, según quien argumente, y a qué público se dirija, y también en razón del teorema de Baglini, tan cierto como el de Pitágoras.