Sociedad

Casa Martínez: Invirtieron más de 30 millones y se olvidaron de las cloacas

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El Museo Arqueológico y Antropológico inaugurado el 12 de octubre de 2015, según aseguraron algunas fuentes cercanas al propio gobierno, le costaron alrededor de 30 millones de pesos a todos los correntinos. Con un dólar en aquel momento a un promedio de 16 o 18 pesos, arroja un estimativo superior al millón y medio de la moneda norteamericana.

 



Hasta aquí no habría nada raro en la recuperación de la también conocida como “ex Casa Martínez”, a no ser por la millonaria cifra que se habría destinado a la reconstrucción de la casona de calle Fray José de la Quintana 971.

 



Sin embargo, de acuerdo a material que empezó a flotar hacia la histórica vereda que está a la vuelta de Casa de Gobierno; por lo visto no estaba destinado en el proyecto que se valuó en más de $30 millones de todos los correntinos; ni estaba pensado un sistema de red cloacal para la evacuación, nada menos, que de los residuos escatológicos.

 

 

ELOCUENTE

 



La fotografía que ilustra esta nota da cuenta de la ausencia de un adecuado sistema que deposite en un lugar seguro los residuos líquidos (de cocina, sanitarios, jardines, etc.) Por lo que se debe recurrir periódicamente a un camión atmosférico para que traslade a otro sitio su indeseable carga.

 



Otros datos a tener en cuenta es que, junto a este Museo Arqueológico y Antropológico Casa Martínez, funciona un caracterizado colegio secundario por el cuál transitan centenares de alumnos, padres, tutores y directivos por una zona que, debiendo recurrir a un camión atmosférico, bien podría ser considerada de ‘riesgo sanitario’.

 



No es poco, si se tiene en cuenta que desde el ámbito educativo también se desarrolla un programa denominado “Un Viaje al Pasado”, que invita a los directivos escolares, especialmente de los niveles iniciales y primeros grados, a visitar las instalaciones de la ex Casa Martínez con niños muy pequeños.

 



Algún prevenido ecologista –casi exagerado-, invitó a poner carteles en las paredes vecinas con la advertencia: “Usted Visita un Posible Foco de Contagio. Peligro Material Contaminante”; o algo por el estilo.

 

 

SE MANCHA LA HISTORIA

 



La Casa Martínez reabre su puerta llena de historia.

 



El 12 de octubre de 2015, después de casi 30 años de abandono, el histórico solar vuelve a mostrar los rasgos del período colonial. Albergó a ilustres visitantes, como Santiago de Liniers, Manuel Belgrano, el naturalista Amado Bonpland y el coronel Plácido Martínez. Las obras de restauración serán hoy inauguradas.

 



Al borde la ruina, como tantos testimonios de la historia que se van extinguiendo en la ciudad, la famosa Casa de los Martínez finalmente logró sobrevivir a tres décadas de abandono y destrucción para convertirse hoy en un Museo Arqueológico y Antropológico. Considerada la obra civil más antigua de Corrientes, construida en 1750, es uno de los pocos testimonios de todos los sistemas arquitectónicos de la ciudad hasta el siglo XX.

 



“La historia es la forma de cómo una cultura se rinde cuenta a sí misma de su propio pasado”, reza una frase que impulsa a los investigadores a resguardar los patrimonios históricos y arquitectónicos de una ciudad. Es por ello que la Casa Martínez fuera declarada en 1949 Monumento Histórico Nacional.

 



En esa vivienda fueron agasajados próceres de la Independencia Argentina, tal el caso de Manuel Belgrano, José María Paz y también influyentes personalidades como el biólogo Amado Bonpland, entre otros. Allí vivieron Martínez de Luján, Sánchez Moreno y Pérez de Centurión, Francisco Martínez de Hidalgo, el coronel Plácido Martínez, Juan Esteban Martínez, doña Francisca Perichón de Vandervil y Martínez y Don Ignacio Martínez.

 



El antiguo solar y escasos fragmentos de lo que quedó datan de una edificación con más de 230 años de historia. “Durante los siglos XVIII y XIX la residencia conoció su periodo de esplendor y a mediados de siglo XX su estancamiento y deterioro, lo que impulsó en 1949 a la declaración de Monumento Histórico Nacional (MHN) con la intención de preservarla”, explicó Ángela Sánchez Negrette, entonces delegada de la Comisión Nacional de Monumentos, quien con el aval del Gobierno de la Provincia solicitó la restitución de la declaratoria de MHN a la casona.

 



Años más tarde, en 1962, se deroga la declaración por pedido de una propietaria del histórico Solar (Carmen Meabe de Benítez) hasta que en 1986 se logra nuevamente la declaratoria y restitución de la declaración de MHN, iniciando un largo litigio judicial que consume en casi 30 años la integridad arquitectónica de este patrimonio.

 



“La Casa Martínez es el único edificio que da testimonio de todos los sistemas de casas de la ciudad de Corrientes hasta el siglo XIX”, refirió Sánchez Negrette, como referente del CONICET, a cargo de la dirección de la obra.

 



“En 1986 la propiedad fue adquirida por una empresa constructora (CONINSA) que inicia los trámites para su demolición, lo que impulsa el trámite de expropiación por parte del gobierno”, expresó a su turno el presidente del Instituto de Cultura, Gabriel Romero.

 



En esa época se promueve la declaración del MHN, lo que significa una restricción al dominio, no se podía demoler ni cambiar la fachada, lo que generó un largo litigio hasta el año 2008 cuando el Estado logró finalmente la expropiación de la casona.

 



El historiador Enrique Deniri, en una entrevista institucional, explicó que “se trata de la vivienda más antigua de Corrientes, así como la Casa Molina que le seguiría en antigüedad, ésta (Martínez) es la más antigua de la ciudad”. Indicó que “es un tipo de construcción muy de la época, con techos hechos con tejas de palmas, paredes de un metro de espesor, asentadas sobre adobe y con galerías que la arrollaban completamente”, explicó.

 



La preservación de ambientes y antiguos solares apunta al fortalecimiento de la identidad colectiva, a través de la puesta en valor de estos testimonios del pasado.

 



No se trata sólo de recuperar un edificio, sino también de reutilizar los espacios y ambientes, dándole a un solar urbano su utilidad y funcionalidad con relación a la cultura y la historia. Es decir, el patrimonio debe ser capaz de interactuar con la cultura de una sociedad cambiante.

 

 

ANTIGUO SOLAR

 



La Casa de los Martínez del siglo XVIII está ubicada en Calle Fray J. de la Quintana 971. Fue levantada en terrenos que obtuviera el 11 de octubre de 1782 el alguacil mayor, Juan Esteban Martínez. Nacido en 1739, fue un personaje conspicuo de la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX: Notario Público, Tesorero de la Real Hacienda y Juez Oficial Real, Regidor, Protector de Indios, Administrador de la Real Renta de Correos.

 



Habitaron o visitaron esta casa Santiago de Liniers, Manuel Belgrano, el naturalista y explorador Amado Bonpland y el coronel Plácido Martínez. Actualmente muy deteriorada, constituye uno de los últimos vestigios de la ciudad colonial.

 



En el siglo XIX se le agregaron una serie de construcciones que se integraron armónicamente al conjunto. La casa estaba armada alrededor de dos patios, en el principal de los cuales se conserva el viejo aljibe.

 



Una curiosidad es que el nombre de la calle desde 1812 fue “De la Patria” cambiando en 1853 a calle “Libertad” y en 1920 hasta la fecha a “Fray José de la Quintana”.

 



 

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