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Castagna: La Navidad vence la mentira y la división

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El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, aseguró que “Dios hecho Niño produce la luz que necesitamos para no ir a los tumbos por senderos torcidos, sin esquivar los obstáculos, ni prevenir las inevitables caídas. Lo adoramos porque, con el Padre y el Espíritu, es el único Dios”.

 

“El tipo de adoración que no relacione a las personas con Él es una idolatría. Su encuentro, que hoy celebramos litúrgicamente, reclama un cambio de comportamiento - expresado en la vida social - que trascienda las apariencias”, subrayó en su mensaje de Navidad.

 

El prelado reconoció que “no es fácil lograrlo en un mundo que no cotiza la verdad sino sus falsificaciones” y en el que “gana quien logra hacer prevalecer su locuacidad frente a la humildad de quienes viven en la verdad. Lo vemos a diario y muchos bajan los brazos, desconfiados de que algún día el bien y la honradez puedan derrotar a la corrupción”.

 

“La Navidad declara vencidos el odio y la mentira, aunque la refriega del combate se encuentre en su peor momento. Navidad nos recuerda que Dios se hace hombre para que su amor, que perdona y santifica, se exprese en la misma carne y la conmueva para la conversión”, sostuvo.

 

“La Noche Santa de la Navidad es llamada ‘noche de amor’, de ‘su’ amor por cada uno de nosotros. Es nuestra santa obligación transformarla en una Noche del amor nuestro, como respuesta al suyo. No es una romántica composición musical. Es un verdadero compromiso de vida”, señaló.

 

El arzobispo insistió en afirmar que “la presencia del Niño Dios, recostado en un pesebre, reclama un cambio en las personas y en la sociedad, pasando por la familia” e interpeló: “Hemos dejado que se perdiera el sentido auténtico de la Navidad, reemplazándolo por estereotipos importados”.

 

“¿Qué nos ha pasado? La frivolidad de una despiadada sociedad de consumo parece ganar la partida e invalidar los signos populares, a veces únicos, que mantuvieron - hasta hoy - una fuerte vinculación con los contenidos de la fe, en la que hemos sido bautizados la mayoría de los argentinos”, lamentó.

 

Monseñor Castagna indicó que “la descripción desencarnada es un obsequio a la verdad, por lo mismo no debe contribuir a la desesperanza. La fe no desafiada por la incredulidad no crece ni se conserva íntegra. La extensa historia del cristianismo es una prueba innegable de su eficacia transformadora”.

 

“La fe, expresada en cada celebración del Misterio cristiano, halla en la tradicional Navidad el poder divino de iluminar las tinieblas y de vencer el odio y la división. Debemos lograr que así sea. Somos los fieles cristianos que, en nuestras vidas, nos urge testimoniar la presencia de Cristo que, nacido en Belén, muerto en la Cruz y resucitado, se constituye hoy ‘en causa de salvación’ ¿ para todo el mundo. ¡Que esta Navidad nos haga auténticamente nuevos y felices!”, finalizó.

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