El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, llamó a “recuperar la pureza de la fe, en la que fuimos bautizados, es decidir la conducta moral que corresponda a su mensaje” y advirtió que “éste es un momento -del mundo y de nuestro país - en el que debemos jugarlo todo”. “Sobre todo, es deber irreemplazable de cada uno - sin tomar a la ligera la misión que nos corresponda - establecer una inquebrantable coherencia de vida”, reclamó, y reconoció que hacerlo “no es fácil cuando la irresponsabilidad de los diversos dirigentes sociales causa un tal declive que, en lugar de detener la caída, la provoca y precipita”.



El arzobispo emérito de Corrientes, monseñor Domingo Salvador Castagna, advirtió que será responsabilidad de los cristianos “redescubrir el valor de la fe, que compartimos con la mayoría de nuestros conciudadanos”.

 

“Sin caer en observaciones superficiales, propensas a definiciones de fácil formulación, es conveniente que no desfiguremos -a nuestro favor- ésta ya difícil realidad. Es aquí donde la contradicción, entre lo que debemos ser y lo que somos, adquiere dimensiones escandalosas”, sostuvo en su sugerencia para la homilía dominical.

 

El prelado llamó a “recuperar la pureza de la fe, en la que fuimos bautizados, es decidir la conducta moral que corresponda a su mensaje” y advirtió que “éste es un momento -del mundo y de nuestro país - en el que debemos jugarlo todo. Sobre todo, es deber irreemplazable de cada uno - sin tomar a la ligera la misión que nos corresponda - establecer una inquebrantable coherencia de vida”.

 

“No es fácil cuando la irresponsabilidad de los diversos dirigentes sociales causa un tal declive que, en lugar de detener la caída, la provoca y precipita. Existe una súplica universal que emerge de las entrañas del mundo y es escuchada por el ‘Dios entre nosotros’, Jesucristo. La gratitud es la respuesta a la misericordia divina que redime y cura”, subrayó.