Fue como irse al mazo. El cambio en la fecha de las elecciones que hizo Domingo Peppo se analizó en sectores independientes y directamente opositores como el reconocimiento no sólo de que no está en condiciones de ganar una interna con Jorge Capitanich sino como también que si no mueve la agenda electoral está a un paso de quedar completamente fuera de todos los cargos electivos que están en disputa.

 

A menos que así como es candidato a senador nacional y afirma que será candidato a gobernador se inscriba anticipadamente para ser candidato a diputado provincial. Un símil testimonial, pero por necesidad.

 

Para hacerle aún más empinada la cuesta a nivel nacional el Frente Todos no considera viable que la lista oficialista del PJ en el Chaco lleve la boleta de Fernández-Fernández.

 

Cristina no tiene problemas en fotografiarse con Peppo. Pero lo que piensa de él se lo está diciendo cuando lo obliga a llevar una boleta corta. El gobernador no tiene más remedio aunque se contenga para evitar críticas como las que había ensayado en los albores del gobierno de Mauricio Macri. Ahora no margen para confrontar.

 

El espacio para las quejas quedó reservado entonces para su principal socio interno, Gustavo Martínez y el diputado Ricardo Sánchez, que prefieren apuntar los cañones contra el kirchenerismo local al que prefieren identificar globalmente o cruzar a dirigentes aislados. Ninguno escupe para arriba.

 

Pero la cuestión está lanzada. El grupo de intendentes que acompaña la jugada de Jorge Capitanich dentro del peronismo movió las elecciones comunales para la fecha en que hipotéticamente pueda darse una segunda vuelta nacional. La cuestión en la provincia parece resuelta. No movió el amperímetro que Roy Nikisch haya aceptado ser el candidato a vice de Carim Peche. Todo está listo para que el PJ unido por consenso o por las consecuencias de la PASO nacional mantenga el gobierno.

 

El que se vio beneficiado (¿voluntaria o involuntariamente?) fue el candidato a intendente de la unidad radical Leandro Zdero. Peppo cambió la fecha de las elecciones para gobernador y el radicalismo impugnó judicialmente el nuevo calendario. Capitanich fijó una fecha impensada para la elección del intendente de Resistencia y Zdero criticó, pero aceptó inmediatamente el nuevo día. El jefe comunal se disputará cuerpo a cuerpo. El ex delfín de Aída Ayala se siente más confiado en ese terreno, aunque enfrente lo tenga a Gustavo Martínez. Diría él: “especialmente si es contra Gustavo Martínez”.

 

La interna en el PJ es a fondo. A todo o nada. Peppo lo vio y está buscando firmar un armisticio. Una derrota en las PASO nacionales abriría la puerta a bajar su candidatura a gobernador y reclamar un lugar en la lista de diputados provinciales. Sería su única chance de mantener de manera elegante fueros después del 10 de diciembre.

 

Detrás de él terminarían acotadas las chances de Gustavo Martínez. Ni hablar del futuro político de la secretaria general de la CGT, la judicial Graciela Aranda.

 

Cuesta entender que si fuera Capitanich el candidato a gobernador los sectores en pugna le vayan a intentar armar la lista de diputados provinciales.

 

El Poder Judicial no tiene más remedio que inmiscuirse en la interna peronista. Si acepta la impugnación tanto como si la rechaza. La Justicia estará dando un mensaje también con la resolución que tome.

 

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