Estas son las líneas más difíciles que debo imprimir.

Nada es casual en la vida, ni en la muerte. Justo te fuiste en el día de la Ascensión del Señor, cuarenta días después de la resurrección. Me enteré hoy Domingo y con seguridad de TU ascención.

No has muerto, fuiste a otro lugar, a uno mejor para descansar después de tu titánica y ejemplar lucha. Ejemplar como persona, trabajador y responsable.

A veces cuando sucede un acontecimiento ingrato como el tuyo intentamos decir lo mejor. Te aseguro que yo no lo intento. Lo aseguro.

Trabajaste y creciste cómo nadie. Con tus ganas de ser cada vez más profesional. Sencillo, empático, grupal, líder cuando te tocaba serlo.

No pondré fotos de las muchas que tenemos juntos. No pondré fotos de la redacción donde vos trabajaste. Pondré solo tu foto porque hoy, VOS sos la estrella. La nueva estrella que iluminará el camino de todos tus colegas.

Tampoco plasmaré aquí lo mucho que hablamos en tus días de lucha. Quedará entre nosotros.

Estoy triste por tu viaje infinito.

Tranquilo porque no me equivoqué al elegirte.

Felíz de haberte conocido.

Tranquilo por haberte dicho lo que tenía que decirte.

Orgulloso de tu apostolado familiar y profesional.

Te despido con una parte de la letra de la canción de Los de Imaguaré, Avío del Alma:

... Tragándose un llanto volvió a sentenciar
Vaya con cuidado, sea manso y prudente
Que Dios y la virgen le han de acompañar
Para los peligros sepa ser creyente
Santa Catalina no le va a fallar
Y en los temporales de la vida
Tenga presente a su madre que lo supo alzar.

Chau Ángel querido

Daniel Caran

Corrienteshoy.com