Si usted ya tomó conciencia del daño que le está causando esta adicción y está decidido a dejar de fumar, descubra cuáles son los recursos más exitosos para conquistar una vida libre de humo.
El tabaquismo es responsable de la muerte de más de 5 millones de personas en todo el mundo cada año. Además, fumar reduce la longevidad. Se calcula que los fumadores viven un promedio de entre 10 y 15 años menos que los no fumadores, y se estima que la mitad de las personas que fuman va a morir de una enfermedad relacionada al consumo de tabaco.
Esto convierte al cigarrillo en la principal causa de enfermedades, discapacidad y muerte prevenible del mundo.
Pese a la evidencia que muestra lo perjudicial que resulta fumar y aunque la mayoría de los fumadores tiene deseos de abandonar el cigarrillo, hacerlo no es fácil porque el tabaquismo está sostenido por una triple dependencia: social, psicológica y química.
La adicción se debe, principalmente, a que el tabaco contiene un componente activo llamado nicotina que actúa sobre el sistema nervioso central.
Cuando una persona fuma un cigarrillo, la nicotina que se absorbe llega al cerebro en 7 segundos y aumenta la liberación de dopamina, neurotransmisor encargado de producir placer.
Como luego de unos minutos este efecto desaparece, el fumador debe
consumir otro cigarrillo para repetir esa sensación placentera favoreciendo el desarrollo de la dependencia física.
EL HUMO DEL CIGARRILLO CONTIENE MÁS DE 4 MIL COMPONENTES DE LOS CUALES MÁS DE 50 SON CANCERÍGENOS: BENZOPIRENO, ARSÉNICO, NÍQUEL, POLONIO-210, CADMIO, FORMALDEÍDO, MERCURIO Y ALQUITRÁN, ENTRE OTROS
LA ABSTINENCIA. Cuando la incorporación de nicotina se suspende, el organismo reacciona a través de una serie de síntomas físicos y psicológicos que producen malestar. Frente a este efecto es importante considerar dos cosas:
- Que existen recursos efectivos para reducir su impacto.
- Que la urgencia por fumar puede ser un deseo intenso pero dura solo unos segundos; por eso es fundamental contar con herramientas para afrontarlo exitosamente.
EL AUMENTO DE PESO. La abstinencia de nicotina altera el metabolismo y aumenta el apetito como consecuencia de una mayor actividad de otro químico cerebral: el neuropéptido Y. En las personas que inician el abandono del tabaquismo sin una consulta nutricional, esto puede favorecer el aumento de entre 5 y 7 kilos en 12 semanas.
Aquí conviene considerar otras dos cosas:
Que los beneficios de dejar de fumar superan ampliamente el perjuicio momentáneo del engorde.
Que si se engordaran algunos kilos, si deja de fumar y luego se compromete.
Con un plan de alimentación y ejercicio que le permita recuperar su peso habrá ganado la batalla.
Existen numerosos recursos para lograr este saludable objetivo.
HOY DEJAR DE FUMAR ES POSIBLE. LO ÚNICO QUE TIENE QUE HACER ES TOMAR LA DECISIÓN DE ABANDONAR EL CIGARRILLO Y PEDIR AYUDA PROFESIONAL
TRES PILARES PARA SOSTENERSE
A NIVEL FISICO. Para disminuir los síntomas físicos de abstinencia a la nicotina se recurre a terapias de reemplazo nicotínico. *Parches: liberan nicotina en el torrente sanguíneo y ayudan a calmar la ansiedad. se pueden utilizar durante 24 horas o 16 horas, lo que dura la actividad diurna. *Chicles: liberan nicotina a la mucosa bucal. *Pastillas: se disuelven lentamente, tardan unos 20 a 30 minutos en tener efectividad. *Micro-comprimidos: se colocan debajo de la lengua y su efecto para saciar la abstinencia es rápido. *Spray nasal: libera una dosis rápida de nicotina en la nariz. *Bupropión: antidepresivo que favorece una liberación de dopamina y es efectivo para amortiguar los síntomas de abstinencia. *Vareniclina: diseñado especialmente para dejar de fumar, reduce los efectos de la nicotina en el cerebro y disminuye los síntomas relacionados con la abstinencia. estas señales, más intensas en las primeras dos semanas después de dejar el cigarrillo, comienzan a disminuir mientras el ex fumador empieza a percibir los beneficios de dejar de fumar
A NIVEL PSICOLOGICO. Se desarrollan estrategias para controlar la ansiedad y aprender a resolver los conflictos sin recurrir al cigarillo: *Técnicas de respiración y relajación. *Ejercicio físico regular. *Reconocimiento de excusas y anticipación a situaciones que disparan el deseo (si toma café y lo acompaña con un cigarrillo; reemplazarlo por otra infusión que no lo incite). *Desarrollar actividades que ocupen la atención y resulten placenteras. *Buscar contención en entorno afectivo.
A NIVEL SOCIAL. Se estudian hábitos asociados al tabaco para disponer de recursos de reemplazo: *Reorganización del tiempo para reducir el estrés. *Evitación de lugares ruidosos o con personas fumadoras al menos durante las dos primeras semanas.