La Licenciada en Nutrición, Ruth Parra, habló de la mesa navideña y de la preparación previa de quienes realizan planes alimentarios. Sugirió carnes magras, frutas y cero alcohol en la previa del 24 y 31 de diciembre.
Los excesos alimentarios son casi un sinónimo de las Fiestas de Fin de Año en Argentina. En razón de esta realidad, la licenciada en Nutrición, Ruth Parra, del Centro Médico AMUGENAL (San Lorenzo 635), brindó ciertas recomendaciones en torno a la preparación y consumo de los platos de la mesa navideña local. También se refirió a las bebidas alcohólicas, otro factor importante a analizar en esta etapa del año.
“La comida de las fiestas no es para sólo un día, generalmente la cena de Nochebuena por ejemplo, es el almuerzo del 25 y hasta suele alcanzar para el 26, y luego llega fin de año y sucede lo mismo. Son dos semanas muy cargadas, entonces es muy importante hacer hincapié en los tipos de comidas que pueden prepararse durante estos días sin salir de lo que es la tradición”, reflejó.
“Con las personas que llevan adelante un tratamiento nutricional se toman medidas una semana antes de la ingesta calórica fuerte. Se cierra el plan y no se dan permitidos hasta los días de fiesta donde sí o sí se saldrán de lo que es su ingesta habitual de alimentos”, agregó.
“Durante ese lapso se fomenta el consumo de carnes y vegetales crudos, evitando el alcohol, logrando que el paciente pierda peso y evitando incrementos abruptos al estar todo debidamente controlado. Luego es fundamental la actividad física”, enfatizó.
“En la actualidad hay mucha más conciencia alimentaria gracias al trabajo llevado adelante desde diversas áreas y se ven los efectos porque la gente elige consumir mejores alimentos. Existe una amplia oferta de vegetales y frutas, y se evidencia el consumo masivo”, agregó.
Bebidas
Como en estas fechas hay una ingesta elevada de bebidas alcohólicas, lo que sugiere Parra es alternar un trago de alcohol y un trago de agua, reduciendo la ingesta e incorporando menos calorías.
“Al finalizar el año, con los pacientes que ya se tratan desde hace un tiempo evaluamos lo que se consiguió en el tiempo, destacando que fue un descenso de peso sin sufrir, que no significó un sacrificio, y que le permitió cambiar de hábitos alimentarios”, apuntó.
“Esta época es muy particular porque mucha gente quiere resultados al instante, y es todo un proceso. No existen soluciones mágicas alguien que pierde diez kilos en un mes seguramente los recupera rápidamente por el efecto rebote y eso no es saludable”, cerró.