El 26 de febrero de 2015 la Policía Federal incautó un cargamento de 605 kilos de marihuana que estaban distribuidos en 937 ladrillos, escondidos en el doble fondo de un camión que quedó estacionado en Urquiza a metros de avenida Ramírez de Paraná. El importante cargamento provenía del Noreste argentino, con destino a Paraná, más precisamente de Oberá, Misiones.

Personal policial detuvo a dos personas correntinas, Cristian Ismael Godoy y Félix de Jesús Gómez, que se conducían en el pesado rodado.



Por otro lado, se detuvo a Luis Ayala y Walter Miguel Ángel Ramírez, que se conducían en un automóvil marca Chevrolet, de color blanco. Estas personas tenían la función de “ir guiando a los ocupantes del camión”, publicó el sitio digital El Once.



En el marco de la causa, “se ofreció juicio abreviado”. Con esta modalidad, “las cuatro personas, imputadas por el delito de infracción a la Ley 23737, hubiesen podido cumplir la pena de prisión efectiva de seis años”. No obstante, el imputado Walter Ramírez “se opuso a este ofrecimiento” y la causa se elevó a juicio oral y público en el Tribunal Oral Federal.



Por indisposición de uno de los camaristas, el juicio se postergó para el jueves 16 de junio, a partir de las 9.

 

El camión

 

El camión involucrado en este hecho, fue vendido por la distribuidora obereña Mercom SRL en septiembre de 2014, a uno de los integrantes del grupo de narcotraficantes que fue detenido en Paraná.



La transacción se concretó tiempo después del cierre de la sucursal que tenía la firma en Resistencia (Chaco) y el comprador fue Félix de Jesús Gómez, correntino, que dentro de la organización estaba encargado de trasladar el estupefaciente hasta la capital entrerriana; publicó en su momento el diario El Territorio de Posadas.



El negocio fue en efectivo previa firma de toda la documentación obligatoria para este tipo de ventas y el nuevo propietario se había mostrado interesado en el Mercedes Benz porque lo vio ideal para un supuesto negocio de transporte que pretendía iniciar cuanto antes.



Una vez en sus manos, según surge del expediente que está en poder del Juez Federal de Paraná, Leandro Ríos, el vehículo fue radicado en la localidad de San Luis del Palmar, de donde es oriundo tanto Gómez como Christian Ismael Godoy, el otro detenido que lo acompañaba en el viaje.



Sorprendido por ver a su empresa mencionada en el decomiso de la droga, el propietario de la empresa obereña, Andrés Bouvet, en dialogo con El Territorio se despegó de todo explicando el paso a paso de la venta del camión. “Cuando cerramos la sucursal de Chaco el camión estuvo parado en la ruta durante mucho tiempo, con un cartel de venta, hasta que apareció el interesado aduciendo que tenía un negocio que hacer y lo vendimos, sin imaginar que era para utilizarlo de esa forma” aclaró.



“El error que cometimos fue no sacar el ploteado de las puertas cuando entregamos el camión y por eso quedamos pegados. Mercom no tiene nada que ver con esa gente ni con el cargamento, ante la Justicia vamos a presentar toda la documentación que tenemos”, aclaró en su momento.

 

Antecedentes

 

En esta causa está implicado Luis Menelio Ayala, oriundo de Posadas, presunto jefe de una red de narcotraficantes que desde Misiones suministraba grandes cantidades de droga a capos narcos de Entre Ríos y Santa Fe.



El 21 de diciembre de 2012 había sido condenado a cuatro años y medio de prisión por tráfico de marihuana y en agosto de 2014 obtuvo el beneficio de la libertad condicional.



Ni bien salió a la calle comenzó a organizar el nuevo envío junto a su socio Miguel Ángel Ramírez, un ex policía federal correntino condenado por narcotráfico y que en junio de 2013 recuperó la libertad luego de pasar nueve años en prisión por un homicidio.



La droga no llegó a destino porque los dos cabecillas y los choferes fueron detenidos justo cuando iban a hacer la entrega de la droga oculta en el camión, que aún tenía los rótulos de la empresa distribuidora mayorista con sede en Oberá, algo que en un principio dirigió la investigación hacia Misiones.



Los federales desmontaron ese mismo día (el 26 de febrero de 2015) el camión Mercedes Benz y descubrieron que los 937 paquetes de marihuana -valuados en dos millones de pesos- estaban ocultos en un doble fondo de la carrocería, debajo de unas tablas disimuladas con palets de madera.



En el interior del transporte se halló también una balanza de precisión, herramientas para quitar las tablas que ocultaban la droga y una importante suma de dinero en efectivo que los detenidos no pudieron justificar.