El hombre se abre paso con un machete entre la espesa vegetación, la visibilidad está lejos de ser óptima y el cansancio se hace sentir. Encara por el medio del bosque, se adentra en el cerro que todavía arde y se encuentra cara a cara con el fuego. Es un bombero correntino en Jujuy, uno de los 74 que llegaron a la provincia norteña como un gesto de apoyo solidario por los incendios, dramática situación que Corrientes vivió en carne propia a comienzos de este año.
Con más de 20 vehículos equipados y estrenándose, los agentes llevan 10 días en Jujuy y mantienen una tarea constante que se define día a día de acuerdo a la situación.
La labor es descomunal, pero van sumando victorias que impactan de lleno en el ánimo de la tropa. Son cerca de 7.000 las hectáreas que se quemaron ya, pero varios de los focos más importantes lograron aplacarse. Más allá de esto, los jujeños tendrán un largo trabajo por delante para poder decir que está completamente extinguido.
Mientras tanto los correntinos, divididos en grupos, trabajan por su cuenta siguiendo las directivas, o bien codo a codo con sus colegas norteños. "Esto es para largo", señalan, mientras analizan extender algunos días su estadía para evitar el relevo programado, aprovechando que afortunadamente no hubo heridos ni problemas de salud en el equipo correntino.
Testimonio
En un breve descanso de su tarea diaria, el comisario mayor Oscar Barrientos dialogó ayer con República de Corrientes. El hombre, a cargo del grupo de correntinos, contó cómo viven el día a día y cuáles son los planes hacia adelante. "Nuestro equipo está dividido en varios grupos, estamos trabajando en Yuto, Fraile Pintado, San Pedro y Caimancito". De entrada, el comisario destacó la labor de los agentes que viajaron hasta allá: "La brigada de Corrientes está dejando el pellejo en el campo de batalla".
Explicó que Jujuy tiene una vegetación muy distinta a la de Corrientes, lo que hace que el trabajo sea más engorroso. "Es más complicado ingresar a los bosques, hay poco espacio y muchas espinas, prácticamente impenetrable en algunos sectores", contó. "Trabajamos de manera conjunta con el área de Parques Nacionales y con el Sistema Nacional de Manejo del Fuego", señaló.
A las dificultades que presenta el problema se suman algunos factores climáticos que complican aún más la situación. Al igual que Corrientes, Jujuy atraviesa una fuerte sequía que podría comenzar a revertirse recién en noviembre y, además, el viento norte hace que los focos que parecen controlados puedan volver a activarse. Por eso, no se trata solo de apagar las llamas, sino de controlar de manera constante cómo se encuentran las zonas donde el trabajo ya dio sus frutos. Una brisa puede, en cualquier momento, generar una chispa y que sea una vuelta a empezar.
Avances
Más allá de las obvias dificultades, Barrientos destacó que "se mejoró bastante, la verdad es que acá están recontentos con los correntinos". Y añadió: "Los muchachos son encaradores, están haciendo un trabajo tremendo".
El terreno presenta complicaciones que son subsanadas con máquinas, y también con tesón y valentía. Se usan aviones hidrantes en las zonas donde el acceso del personal se vuelve casi imposible, y en algunos sectores deben usar topadoras para poder acceder a los focos de incendio y darle pelea al fuego.
Los agentes correntinos llevan más de una semana y comienza a acercarse la fecha prevista para la vuelta. La idea inicial era que a las dos semanas se realizara un relevo de personal, pero dejando allá los vehículos especiales enviados. Pero como la situación es cambiante y la planificación dinámica, se encuentran analizando en conjunto otra alternativa. "Si todo va bien tendremos unos 10 días más de trabajo, para que el fuego esté contenido, no extinguido", aclaró el comisario mayor.
Por eso, una de las opciones que surgió en las últimas horas y que está siendo analizada es que los agentes se queden algunos días más de lo previsto, evitando el relevo. "Si viene personal nuevo tienen que enseñarle el terreno, mientras que los que estamos acá ya lo conocemos bien", argumentó. Igualmente, esta idea está siendo evaluada y seguramente tomarán una decisión en el corto plazo. "Los jujeños tienen un largo trabajo todavía, al menos dos meses más habrá que controlar que los focos no se reactiven", dijo Barrientos al respecto.
Cansancio
El cansancio de los correntinos se hace sentir, pero aseguran que se encuentra dentro de lo previsto. "Estamos bien de salud, sin problemas y muy bien atendidos, queremos que se sepa eso para que nuestras familias estén tranquilas", resaltó el agente. Igualmente, el desgaste irá siendo mayor y lo ideal es que las tareas no se extiendan demasiado. Explicaron al respecto que no se trata solo del cansancio físico, sino también del mental, que aparece y crece luego de muchos días "en el campo de batalla", en palabras del comisario.
Corrientes
Con la sequía que persiste y la llega de las altas temperaturas, Corrientes vuelve a estar en alerta por la posibilidad de nuevos incendios. Desde Bomberos contaron que en los últimos días hubo una fuerte alerta e incluso un grupo de agentes se alistó para viajar a Concepción, misión que finalmente se abortó gracias a que se dieron algunas lluvias.
Igualmente, el riesgo parece estar latente y el personal que está en Jujuy lo tiene muy claro. "Nuestra provincia está en alerta y esa es nuestra prioridad", dijo el oficial, reconociendo que, aunque deseen lo contrario, quizás a la vuelta tengan que empezar combatir aquí, o al menos estar en alerta nuevamente.
Para eso, los agentes que se encuentran acá están listos ante la posibilidad de una emergencia. Es el trabajo que desean no tener que hacer, pero que saben que será necesario e imperioso estar preparados ante la chance de que se genere algún foco, con la idea de contener y evitar que se repita la angustiante situación que se vivió a comienzos de este año.