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Con un arbitraje polémico, Central no tuvo claridad y perdió 1 a 0 con San Lorenzo en el Gigante

 

Rosario Central perdió 1 a 0 con San Lorenzo, en el Gigante de Arroyito, por la fecha 22 de la Liga Profesional.

El partido arrancó con ritmo. El Canalla buscaba imponer intensidad desde el comienzo.

Lo más peligroso del equipo de Lequi se mostraba por el sector derecho, con el tándem que hacían Coronel y Duarte. A pesar de ese empuje auriazul inicial, rápidamente el trámite se emparejó.

Pasados los 20 iniciales, el encuentro no tenía situaciones, más allá de las insinuaciones del Canalla. Encima, Merlos anuló de forma polémica un gol de Malcorra por una supuesta falta de Ibarra sobre Bustos en mitad de cancha. Se caldeaba la cosa.

Central se fue de partido, y San Lorenzo comenzó a salir de su área. El Cuervo se agrandó y ya no sufría atrás.

El trámite se hizo muy trabado, a los dos les costó profundizar. Por eso, las llegadas a los arcos escasearon.

La primera fue a los 48, antes del entretiempo, cuando Fatu Broun voló y le sacó del ángulo un derechazo de media distancia a Remedi que pedía gol. Así se fueron al entretiempo. Central, desde el gol anulado, fue otro equipo, afectado por ser perjudicado.

En el complemento, el Canalla retomó las ganas, pero le faltaba fútbol.

La primera fue a los 18, con un tiro libre de ‘Caramelo’ Martínez que fue contenido sin problemas por Gómez. Central iba, pero era necesaria la claridad en los metros finales para desnivelar.

A los 27, el visitante lastimó. Ibarra se durmió, Bustos se la robó en el medio y sacudió desde afuera para clavar su derechazo al ángulo.  

 

El Canalla buscó reaccionar y al minuto casi lo empata, pero Gómez se quedó con un centro rasante de Campaz por izquierda que se cerraba.

El arquero cuervo también tapó un tiro libre de Malcorra a los 37, e hizo vista a un cabezazo de Martínez Dupuy que se estrelló en el palo. Central no ligaba, pese a hacer un partido discreto, no merecía perder.

San Lorenzo casi lo liquida con una contra de Barrios. El Canalla apostó sus últimas fichas.

El esfuerzo no fue suficiente. Central perdió un partido en el que tuvo todo para ganarlo, pero entre el árbitro y sus propias limitaciones lo privaron del objetivo.

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