Los concejales peronistas y renovadores de Mburucuyá le exigieron hoy miércoles por escrito al intendente radical, Pablo "Kelo" Guastavino, que garantice la estabilidad laboral y aumento salarial para todos los empleados de esa Municipalidad, antes de llegar a un acuerdo para aprobar el Pacto Fiscal que solicitan la Provincia y la Nación.



Teniendo en cuenta el ajuste del gasto público que implica el Pacto Fiscal solicitado por los gobiernos de Mauricio Macri y de Gustavo Valdés, los concejales opositores le presentaron al intendente radical un paquete de medidas que deberá tomar para garantizar la continuidad laboral de los trabajadores.

 

Las exigencias de los concejales peronistas y renovadores son: que el intendente informe la nómina completa de empleados municipales de Mburucuyá para determinar cuántos y quiénes son; que publique la misma cada seis meses para esclarecer si existen altas y bajas; aceptar una ordenanza de mejora salarial del 30 por ciento anual a todo el personal y del 100 por ciento para los barrenderos que ganan los menores montos.

 

Además, solicitan a Guastavino que garantice una ordenanza de obra social para la cobertura de los trabajadores precarizados hasta tanto se los regularice; también, que acepte una ordenanza de regularización laboral que establezca la obligación de censar a los obreros no registrados que tengan más de un año de antigüedad o incluso hayan sido despedidos hasta un año antes.

 

“Estamos preocupados porque no podemos seguir teniendo más ajustes y si el intendente cumple con estas exigencias a favor de los trabajadores, vamos a aprobar el Pacto Fiscal el día y la hora que sean necesarios”, dijo el concejal peronista, Gustavo Aromí.

 

“A Guastavino ya le dimos el jueves pasado, con la firma de todos los concejales oficialistas y opositores, un tiempo extra para que informe esta situación al Concejo, pero hasta el momento no lo hizo”, agregó el edil justicialista.

 

Los concejales que exigen estas condiciones al intendente son los justicialistas Aromí, Mario Soto y Marcelo Romero; y Franco Cáceres, del Frente Renovador.

 

Mburucuyá todavía no adhirió al acuerdo fiscal que en la provincia el gobernador Gustavo Valdés les pide a los intendentes para establecer nuevos parámetros en la administración del gasto público.

 

Pero en el caso de esta localidad, se sabe que los obreros permanecen en condiciones indignas de trabajo por los bajos montos salariales, falta de cobertura social y sin estabilidad.

 

En abril pasado, Mburucyá fue noticia por tener trabajadores en condiciones de extrema precariedad porque la gestión de Guastavino les paga solo 110 pesos día trabajado, en negro, y los feriados, sábados y domingos no tienen con qué vivir porque no son laborables.

 

“Los feriados no comen, podemos afirmarlo claramente, porque si no consiguen una changa ese día en otro lugar del pueblo no tienen para comer, con una inflación que come el bolsillo”, afirmó el concejal Aromí en esa oportunidad.